ENTRADA 
 

 

Avivamiento Personal

 

 

 

 

 

 

Gu’a para Maestros

 

por

 

 

 

 

Rev. Roger L. Smalling, D.Min



Gu’a Para Maestros

ÒAvivamiento PersonalÓ

 

ÀPor quŽ es necesario este curso?

 

Una falta de disciplina y consistencia espiritual ha sido observada en ciertas ‡reas de la vida devocional de algunos candidatos en entrenamiento para liderazgo.  Algunos han estudiado la teolog’a avanzada mientras han sido negligentes en su culto personal. Otros tienen poco entendimiento de los principios de la gu’a personal de Dios, de c—mo o’r de Dios por medio de la Biblia sin abusar del texto, y de c—mo caminar en el Esp’ritu. Estos elementos subjetivos de la vida cristiana son reales, y tienen que ser entendidos. De otra manera uno tiende hacia un intelectualismo fr’o, lo que crea una ortodoxia muerta.

 

ÀCu‡l es el prop—sito del curso?

 

El prop—sito de este curso, es tratar con aquellos elementos subjetivos pero vitales de la vida cristiana.

 

ÀCu‡nto dura el curso?

 

El curso dura alrededor de 5 semanas, o m‡s, de acuerdo al criterio del profesor, y de las necesidades del estudiante.

 

ÀQuiŽnes pueden ense–ar este curso?

 

A causa de la naturaleza subjetiva del curso, y del peligro de los extremos inherentes en el tema, el profesor debe ser un creyente muy maduro as’ como bien experimentado en la ense–anza. La naturaleza no-acadŽmica del material puede provocar discusi—n y confusi—n si el instructor no est‡ experimentado en el control de la clase.

 

El Ambiente de la Clase

 

El ambiente debe ser informal visto que el material es personal y subjetivo. Grupos peque–os son preferibles; alrededor de 12, porque el contenido de la instrucci—n es frecuentemente similar a la consejer’a.

 

Planes de Lecci—n

 

Un ejemplar del plan de Lecci—n es provisto para cada lecci—n. El profesor puede variarlo segœn su criterio.  El plan del curso es suficientemente flexible para permitir una amplia variedad de estilos de ense–anza. Los planes de lecci—n NO son para ser dados a los estudiantes.  El œnico plan que les ser‡ dado es el ÒBosquejo Del CursoÓ el cual es provisto.

 

Examenes

 

Para estudiantes de centros Visi—n R.E.A.L, examenes existen para este curso sobre Gu’a Divina y Legalismo. El maestro del centro debe pedirlos de Visi—n R.E.A.L por correo electr—nico: VisionReal@Bellsouth.net.
Bosquejo Del Curso

 

1.   Primera Parte: Culto Personal

a.    ÀQuŽ es un culto personal?

b.    ÀPor quŽ un culto personal?

c.    No Es Personalidad Ni Temperamento.

d.    Lo que dice la Biblia. (Ver Sal.5:3; 55:17; 63:1; 88:13; Da.6:10; Mc.1:35.  Otros ejemplos extras son: Ge.24:63; I.Ti.4:15; 2Ti.3:16) Explique al estudiante:

e.    Un elemento t’pico de estos vers’culos es tener el culto personal en la ma–ana.

f.     ÒMeditaci—nÓ significa pensar en las cosas de Dios. Explique la diferencia entre esto y la Meditaci—n Transcendental.

g.    Como hacer un culto personal.

h.   Los elementos involucrados son: oraci—n, lectura de la Palabra, alabanza, confesi—n.

i.      A la misma hora del d’a y en el mismo lugar.

j.     Tener un Òdiario espiritualÓ. Cada estudiante tendr‡ un cuaderno en el que escribir‡ lo que el Se–or le dice personalmente cada d’a.

k.    Como NO hacerlo.

                                              i.     No leyendo comentarios en lugar de la misma qBiblia

                                             ii.     No usar su culto personal para an‡lisis textuales y doctrinales.

 

2.   Segunda Parte: Oyendo La Voz del Se–or

a.    Textos B’blicos (La aplicaci—n personal por el Esp’ritu Santo de textos b’blicos).

b.    Usos l’citos de la Palabra en su aplicaci—n personal. (Se puede aplicar de una manera personal un texto b’blico en las circunstancias siguientes:

                                              i.     Cuando est‡s aplicando el principio espiritual b‡sico que es la base del texto.

                                             ii.     Cuando respetas el sentido original del texto.

c.    Usos il’citos de la Palabra:

                                              i.     Cuando a–ades interpretaciones aleg—ricas.(Si uno hace esto, est‡ quitando todos los par‡metros del uso correcto de la Biblia, permitiendo as’, que la Biblia se use para justificar cualquier cosa o cualquier antojo de la imaginaci—n humana. Ejemplo: La Iglesia Cat—lica usaba interpretaciones aleg—ricas para justificar su idolatr’a. Dec’a que cuando Rebeca escond’a sus ’dolos en su tienda, esa tienda representaba a la Iglesia. TambiŽn que el bast—n sobre el cual se arrimaba Jacobo representaba una imagen ante la cual se arrodillaba. Algunos carism‡ticos leen la Biblia de manera semejante.)

                                             ii.     Cuando cambias el sentido y prop—sito original del texto. (Ejemplo: Un joven, buscando donde Dios quer’a que vaya para servir al Se–or, encontr— el nombre de Barzalli en Exodo. Por la semejanza entre este nombre y la palabra ÒBrasilÓ, se dijo ÒllamadoÓ para ir a este pa’s como misionero.)   

 

3.   Inspiraci—n Vs. Imaginaci—n: Distinguir la diferencia.

a.    Basado en un entendimiento de principios b’blicos y de la sabidur’a divina. Sant.3:16

b.    Personas bajo tu ministerio.

c.    Uso de un cuaderno diario.

                                              i.     Sant. 2= Fe sin obras/ 2 Reyes 3:16-17

 

4.   Tercera Parte: Como Ser Guiado Por Dios

 

 

5.   Cuarta Parte: Aumentar La Fe

a.   Lo que No es Fe: Sus Imposturas.

b.    No es Esperanza. Abrah‡n y tener Hijo, Ro.4 & Heb.10

c.    No es Personalidad Ni Temperamento.

d.    No es Carisma Ni Voluntad Fuerte.

e.    Activo, No Pasivo.

f.     Dependiente, No Presunci—n, Ni Jactancia.

g.    Basado en un entendimiento de la Voluntad de Dios.

h.   Sant. 2= Fe sin obras/ 2 Reyes 3:16-17

i.      No Es Esperanza. 

 

6.   Quinta Parte: Andando en el Esp’ritu. (Ef.5:17)

a.    La necesidad de quedar lleno del Esp’ritu.

b.    Buscar dones espirituales.

 

7.   Sexta Parte: Nuestra Identidad En Cristo: Ef.1-3; Ro.8

 

8.   SŽptima Parte: El Arrepentimiento Cristiano

 

9.   Octava Parte: Nuestra Autoridad En Cristo: La Guerra Espiritual


AVIVAMIENTO PERSONAL

 

Prospecto Del Curso

Para Estudiantes

 

 

Prop—sito Del Curso

 

Ayudar al creyente a practicar los elementos subjetivos de su relaci—n con Dios, tales como un culto personal, gu’a divina, andar obediente a los impulsos internos del Esp’ritu Santo, aumentar su fe y practicar sus dones espirituales.

 

Notas

 

Visto que el prop—sito del curso es establecer buenos h‡bitos espirituales en el creyente, la nota final se basar‡ en la pr‡ctica de estos h‡bitos. El estudiante recibir‡ un punto por cada d’a que cumpla con su culto personal, y un punto por cada d’a que escriba en su diario espiritual.

 

Habr‡ tambiŽn ex‡menes breves sobre los temas abajo mencionados. La nota final ser‡ los puntos ganados divididos para la totalidad de los puntos posibles para llegar a un porcentaje. Se requiere 80% para aprobar el curso.

 

Reglas de la Clase

 

Se requiere puntualidad. Llegar tarde resultar‡ en una sustracci—n de un punto de su nota final.

 

Algunos de los aspectos de la ense–anza ser‡n parecidos a la consejer’a, porque el prop—sito del curso est‡ involucrado m‡s con la vida espiritual del estudiante que con el estudio de datos. Por eso, correcciones o exhortaciones posiblemente tendr‡n lugar. Estos incidentes se reservar‡n  dentro del grupo y el estudiante no hablar‡ de estos afuera de la clase.

 

 

 

 


PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Culto Personal

MATERIALES: Bosquejo del curso; Biblia; un cuaderno en blanco; una hoja en blanco para tomar la lista de asistencia.

 

1.   Introducci—n a la clase.

a.    Comenzar con oraci—n.

b.    Pasar la hoja en blanco para tomar la lista de asistencia.

c.    Entregar hojas ÒBosquejo Del CursoÓ para cada estudiante. Permitir 5 minutos para leer y entender el contenido.

d.    Contestar preguntas sobre ÒBosquejo Del CursoÓ.

e.    Explicar el prop—sito del curso y repetir las reglas de la clase.

f.     Cada estudiante recibir‡ un punto por cada d’a en que tiene su culto personal, m‡s un punto por cada d’a que escribe en su cuaderno lo que el Se–or le da.

g.    Un punto substra’do por cada vez que llegue tarde.

 

2.   Lecci—n Sobre Culto Personal.

a.    RefiŽrase al Bosquejo, P.2. Siga el bosquejo, punto por punto.

b.    Explicar que un culto personal es un tiempo cada ma–ana en que se lee la Biblia y se ora con el prop—sito de fortalecerse para ese d’a.

c.    Explicar los prop—sitos de un culto personal. Se puede referir a Ro.10:17, explicando que o’r de Dios personalmente y obedeciendo, es el secreto de un crecimiento estable.

                                                            i.     RefiŽrase al punto I.C: ÒLo Que Dice La BibliaÓ. Se puede usar los vers’culos siguientes para comprobar que los hombres de Dios de la historia ten’an una clase de culto personal.  Sal.5:5; 55:13; 63:1; 88:13; Da.6:10; Mc.1:35. Estos ejemplos tienen dos puntos en comœn: el culto personal era habitual y era en la ma–ana. (TambiŽn se puede usar Ge.24:63; ITi.4:15-16; 2Ti.3:16)

                                                          ii.     RefiŽrase al punto 1.D. Explicar los elementos b‡sicos del culto personal: oraci—n, alabanza, confesi—n, lectura de la Palabra. Hacer entender que el orden de estos puede cambiar segœn su propio gusto personal.

                                                         iii.     RefiŽrase al punto I.E. El culto personal no es un estudio b’blico. Es para o’r de Dios. No se debe usar comentarios como sustituto para la Biblia.

                                                        iv.     RefiŽrase al punto I.FD: Cada estudiante debe tener un cuaderno en el que debe escribir diariamente lo que recibe del Se–or.

 

3.   IMPORTANTE: Durante el curso, el maestro debe aplicar ciertas reglas a los estudiantes sobre la manera en que hacen el culto personal. Estas son:

 

a.    Hacerlo en la ma–ana, no en otro momento del d’a.

b.    Escribir en su Ôcuaderno espiritualÕ lo que piensa que Dios le est‡ diciendo, con la referencia b’blica y el principio b’blico correspondiente.

c.    No usar comentarios o otros usos para estudios b’blicos porque el prop—sito es aprender o’r de Dios personalmente por la Palabra.

 

d.    Explicar que la semana pr—xima, 1 estudiante ser‡ escogido para presentar en 1 minuto algo que el Se–or le ha dicho por la Palabra durante la semana. El profesor escoger‡ el estudiante para que todos los estudiantes estŽn motivados a ser preparados.

 


PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Oyendo La Voz Del Se–or

MATERIALES: Ejercicio ÒUsos l’citos e il’citos de la Palabra de DiosÓ

      Tesis ÒComo Ser GuiadoÓ (para distribuir al fin de la clase.)

 

1.   Introducci—n

a.    Tomar la lista de asistencia. Marcar los que llegan tarde para que se substraiga un punto de su nota final. Anunciar que se est‡ haciendo esto.

b.    Tomar el puntaje de cada estudiante. Un punto por cada d’a  en el que tuvieron su culto personal. Un punto por cada d’a en el que escribieron en su cuaderno lo que creen que han o’do de Dios.

c.    Escoger tres personas para presentar una sola verdad que oyeron de Dios la semana pasada por medio de su culto personal. Un minuto por persona. No permitir que dominen la clase. A veces las personas quieren ser elocuentes. Explicar que la sencillez, brevedad y sinceridad es lo que buscamos en esta clase.

 

2.   Ense–anza

a.    Explicaci—n del prop—sito de la lecci—n :  Esta lecci—n es la m‡s abstracta y delicada de la serie. En ella, tratamos de caminar entre dos aguas, sin caer en uno de dos extremos comunes. Estos extremos son: el misticismo desenfrenado por un lado, versus un intelectualismo fr’o en el otro lado. Es real que el Esp’ritu Santo nos impulsa desde adentro y nos gu’a. Nos habla personalmente por la Palabra. Experiencias subjetivas e interiores son muy reales para el cristiano. El peligro en esto es la posibilidad de confundir el ministerio interior del Esp’ritu con nuestra propia imaginaci—n. 

b.    Igualmente, existe el peligro de usar la Biblia para nada m‡s que un an‡lisis intelectual, y as’ fallar en o’r lo que Dios quiere decirle a uno personalmente. El prop—sito de esta lecci—n es, precisamente, ayudar al estudiante a o’r de Dios personalmente por la Biblia, sin  que abuse del texto.

c.    Explicaci—n de usos l’citos e il’citos de la Biblia.

d.    (Al principio del ejercicio titulado ÒUsos L’citos...Ó hay una lista de posibles abusos de la Palabra. Explicar estos antes de entregar las hojas a los estudiantes.)

e.    Abusos de la Palabra:

f.     Interpretaciones Aleg—ricas:

                                              i.     Explicar como la Iglesia Cat—lica aplicaba interpretaciones aleg—ricas a la Biblia para justificar sus malas doctrinas. Ejemplo: Raquel escondi— sus ’dolos en su tienda. La tienda representa la iglesia, Raquel=Pueblo de Dios. Conclusi—n: los êdolos en la Iglesia son l’citos, segœn la Iglesia Cat—lica. Explicar tambiŽn como algunos carism‡ticos, y otros,  hacen lo mismo hoy en d’a. Sacan vers’culos fuera de su contexto, d‡ndoles una aplicaci—n personal contraria al sentido real del texto, y as’ justifican cualquier antojo o pr‡ctica. Esto es abusar de la Palabra de Dios: Dar al texto un significado contrario a la intenci—n original del escritor; usar el texto para obligar a otros a someterse a su criterio personal  o usar una aplicaci—n personal para una doctrina.

g.    D. Usos L’citos: (Ejemplo de Pablo, Hch.13:47. En este texto, Pablo cita a Is.42:6 para justificar su prŽdica en la sinagoga. Es obvio que Pablo est‡ dando una aplicaci—n personal de este texto, afirmando que Dios estaba gui‡ndolo. ÀEn quŽ sentido era l’cito hacer esto? El contexto de Is.42 habla del plan divino al usar a Israel para repartir la luz de la Palabra a los gentiles. Pablo y BernabŽ eran jud’os. Ellos ve’an su ministerio como un cumplimiento de esa profec’a. As’, Pablo  daba una aplicaci—n personal de este texto, sin a la vez abusar del significado original.) Dios tambiŽn puede hablar por las escrituras con respecto a  personas bajo tu ministerio, d‡ndote sabidur’a sobre como tratar con ellos.

 

3.   Explicaci—n de  la tarea:  Distribuir a los estudiantes la tesis ÒComo Ser Guiado...Ó  Explicar que habr‡ un examen breve sobre ello los primeros minutos de la clase de la pr—xima semana.


Usos L’citos E Il’citos

De La Palabra De Dios

En Su Aplicaci—n Personal

 

Ejercicios

 

 

En este ejercicio nosotros examinaremos varios casos en los cuales los creyentes han recibido supuestamente una Ògu’aÓ personal de las Escrituras. Usted determinar‡ si el creyente ha usado o no las Escrituras en una forma l’cita o il’cita, explicando sus razones. Use la siguiente gu’a:

 

Es il’cito para:

1. Dar al texto un significado contrario a la intenci—n original del escritor.

2. Aplicar un significado inconsistente con el contexto.

3. Aplicar un significado inconsistente con el principio espiritual del texto.

4. Obligar a otros a aceptar su criterio personal en la aplicaci—n del texto.

5. Usar una aplicaci—n personal como una justificaci—n para una doctrina.

 

Es l’cito aplicar a uno mismo o a las circunstancias de uno:

1. El principio general espiritual del texto, incluyendo las narraciones hist—ricas.

2. Un vers’culo como una promesa, si es consistente con los principios B’blicos generales.

 

1. Un joven en entrenamiento misionero, buscando la gu’a divina acerca de a cual campo ir, encontr— el nombre ÒBarzilaiÓ en 2 Samuel 17:27. A causa de la similitud entre este nombre y la palabra BrasilÓ, Žl tom— esto como una ÒevidenciaÓ de que Dios lo estaba llamando a ese pa’s.

 

L’cito__________Il’cito__________

ÀPor quŽ? __________________________________________________________________

___________________________________________________________________________

 

2. Un joven estaba leyendo la Biblia mientras buscaba la voluntad de Dios acerca del matrimonio. El encontr— la historia de Jesœs en la cual Jesœs estaba sanando a la suegra de Pedro. Por causa de este texto, concluy— que Dios le estaba diciendo que se case.

 

L’cito__________Il’cito__________

ÀPor quŽ? __________________________________________________________________

___________________________________________________________________________

 

3. Una se–ora hab’a estado quej‡ndose en contra del ministerio del pastor y de los ancianos en su iglesia. Mientras estaba leyendo Santiago cap’tulo 3, encontr— la afirmaci—n en v.6 ÒY la lengua es un fuego, un mundo de maldad.Ó Por esto ella pens— que acaso Dios le estaba corrigiendo acerca del mal uso de su lengua.

 

L’cito__________Il’cito__________

ÀPor quŽ? __________________________________________________________________

___________________________________________________________________________

 

4. Un misionero estaba orando y ayunando acerca de empezar o no un ministerio en una provincia vecina en la cual no hab’a una obra evangŽlica. El fue impactado por las afirmaciones de Pablo en 2 Cor.10:16. Desde all’ Žl empez— a considerar que Dios podr’a estarle guiando a evangelizar en esa provincia.

 

L’cito__________Il’cito__________

ÀPor quŽ? __________________________________________________________________

 

 

 

 

 

5. Un cierto esposo ten’a el h‡bito de levantar su voz en una manera fuerte y autoritaria a su esposa. El sinti— que esto era justificado para mantener su autoridad en el hogar. Un d’a, mientras le’a su Biblia, Žl encontr— I Pedro 3:7ÒVivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso m‡s fr‡gil...Ó. De esto concluy— que su conducta era inapropiada y resolvi— cambiar.

 

L’cito__________Il’cito__________

ÀPor quŽ? _________________________________________________________________________________________________________________________________________

 


Respuestas a ÒUsos L’citos...Ó

 

1. Il’cito. Porque la coincidencia entre el nombre de ÒBarzilaiÓ y ÒBrasilÓ no corresponde a ninguna realidad espiritual. No es ÒevidenciaÓ de nada. Infringe la  regla no.2, inconsistencia con la intenci—n original del escritor.

 

2. Il’cito. El incidente de la sanidad de la suegra de Pedro no tiene nada que ver con la cuesti—n de casarse o no. El joven debe tomar esa decisi—n basado en principios de sabidur’a relativas a su necesidad, y en textos que tienen que ver con el matrimonio. Aplica un significado inconsistente con la intenci—n original del texto.

 

3. L’cito. Santiago cap’tulo 3 es una advertencia en contra de lenguas sueltas. La dama ten’a  tal problema. Es l—gico creer que el Esp’ritu le hable por este texto.

 

4. L’cito. El principio de evangelizar es b’blico. TambiŽn el concepto de no construir sobre obra ajena. La coincidencia entre estos principios, con la necesidad de la provincia vecina, apoya la idea de que Dios estaba realmente hablando por este texto.

 

5. L’cito. La conducta del marido era contraria a la ense–anza de IPed.3. Por lo tanto, es razonable que Dios le reprende por este texto.
PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Gu’a Divina

MATERIALES: Examen sobre tesis.

 

1.           Introducci—n

a.    Oraci—n

b.    Distribuir los ex‡menes para ÒComo Ser Guiado...Ó Diez minutos bastan para este examen. DespuŽs de coleccionar los ex‡menes, seguir con la ense–anza.

c.    Tomar lista de asistencia. Marcar los que llegan tarde para que se substraiga un punto de su nota final. Anunciar que se est‡ haciendo esto.

d.    Tomar el puntaje de cada estudiante. Un punto por cada d’a en que tuvieron su culto personal. Un punto por cada d’a que escribieron en su cuaderno lo que creen que han o’do de Dios.

e.    Escoger tres personas para presentar una sola verdad que oyeron de Dios la semana pasada por medio de su culto personal. Un minuto por persona. No permitir que dominen la clase. A veces las personas quieren ser elocuentes. Explicar que la sencillez, brevedad y sinceridad es lo que buscamos en esta clase.

 

2.   Ense–anza

a.  Recapitular el principio b‡sico de la tesis sobre la gu’a divina: Los principios de la sabidur’a divina.

b.  Discutir con los estudiantes el peligro inherente de apoyarse en un solo mŽtodo. No es malo pedir confirmaci—n. Se puede usar ejemplos de la navegaci—n. Por ejemplo: Los navegantes se fijan en varias estrellas para fijar su posici—n exacta, usando la triangulaci—n. No es posible hacerlo observando una sola estrella.

c.  Hablar de ejemplos de mala doctrina entre grupos desviados, tales como aquellos que se apoyan en visiones o revelaciones extra-b’blicas o algunos grupos cuya doctrina corriente es de que el esp’ritu del cristiano es perfecto y nunca yerra, etc.

 

3.   Entregar Tesis ÒFe RazonableÓ como lectura para la lecci—n enrtante.
 Examen Pre-Clase

Avivamiento Espiritual

Lecci—n: Fe Razonable

 

Ponga "V" por "Verdadero" o "F" por "Falso".

 

 _____ La fe es una virtud delicada, porque se puede confundir con otras actitudes que no son realmente la fe.

 _____ Si uno tiene una fe fuerte con respecto al futuro, entonces la planificaci—n no es realmente necesaria.

 _____ La fe es una virtud pasiva.

 _____ La esperanza y la fe son virtudes idŽnticas.

 _____ La fe, en la vida del cristiano, y las promesas de Dios, est‡n ’ntimamente asociadas.

 _____ La fe, en realidad, es mayormente una cuesti—n de temperamento personal, porque algunos nacen con una cierta tendencia religiosa.

 _____ Aunque la fe es un don de Dios, es siempre nuestra responsabilidad aplicar los medios para que ella crezca.

 

 


Respuestas Examen Pre-Clase

Aviv. Esp., Lecci—n Fe Razonable

 

1. V

2. F

3. F

4. F

5. V

6. F

7. V
PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Creciendo En fe

MATERIALES: Copia de ÒFe RazonableÓ (distribuida la semana pasada); Copias de la Evaluaci—n Del Curso.

 

1.   Introducci—n: ÀC—mo Hacer Crecer la Fe?

La idea de la lecci—n es quitar del estudiante todo concepto m’stico y misterioso en la cuesti—n de la fe para que aplique los medios de crecimiento con constancia y confianza.

 

2.   Diferencias entre clases de fe. (En esta parte, el maestro explica que no estamos hablando de la fe salvadora, porque esta es un don milagroso de Dios. Tampoco nos referimos al Don de Fe mencionado en I Cor.12 porque este es un don especial dado para hacer milagros. El enfoque de la lecci—n es que la fe cotidiana no es nada  misteriosa. No tenemos que esperar que nos caiga del cielo por algœn milagro. La fe cotidiana no es m’stica.)

 

3.   Nuestra responsabilidad de aplicar los medios de gracia. (Aqu’ el maestro explica el v’nculo entre fe y culto personal. El v’nculo tiene que ver con nuestra relaci—n personal con Cristo.

a.  ExŽgesis de Ro. 10:17- Lo esencial del texto es que la fe viene por o’r personalmente lo que Dios nos dice, y obedecer. Note que la palabra Òo’rÓ en griego [akouo] contiene la idea de obediencia. La palabraÓ en griego aqu’ [rhema] se distingue de ÒlogosÓ en que es un dicho espec’fico. La idea b‡sica del vers’culo es que la fe crece por o’r y obedecer lo que Dios nos dice.

b.  ÒPalabraÓ= Rhema. Significa Òuna fraseÓ o ÒdichoÓ.

c.   El texto significa que nuestra fe aumenta cuando o’mos personalmente de Dios y obedecemos.

 

4.   ExŽgesis de Ro. 4:17-22- Los mecanismos y elementos b‡sicos de la fe.Mostrar que Abrah‡n se fij— en una promesa divina. Se fortaleci— en dos maneras: Positivamente=alabar a Dios. (Dando gracias por la certeza de la promesa.) Negativamente=no haciendo caso a las circunstancias o las posibilidades f’sicas.

 

5.   Lo Que La Fe NO EsNo es andar sin planificaci—n adecuada. Luc.22:35-36. Use este texto para explicar a los estudiantes la diferencia entre andar por una fe especial y andar por la fe ordinaria cotidiana. Existen momentos en la vida cristiana cuando Dios nos manda a hacer algo sin la provisi—n aparente. Dios provee milagrosamente. Pero esto hacemos solo bajo mandato especial divino. De otra manera, la fe ordinaria incluye planificaci—n adecuada bajo la direcci—n del Esp’ritu Santo.

a. No es pasiva, sino activa.  Sant. Cap.2

b. Explique que algunas personas tienen temperamentos pasivos, e imaginan que tienen fe. La fe inactiva es muerta.

c. La fe no es esperanza.

d. Lo que distingue esperanza de la fe es que la fe est‡ involucrada con una promesa divina.

e. La fe no es cuesti—n de personalidades.

f. Algunos tienen personalidades din‡micas y encantadoras. Esto no es fe. Es personalidad, no m‡s. Los que siguen a tales pueden ser totalmente enga–ados. Actitudes agresivas, o declaraciones jactanciosas tampoco son fe.

g. La fe no es presunci—n.

h. Actuar Òpor feÓ sin directiva divina, o promesa, no es fe, sino presunci—n.

 

IV. Resumen

 

Haga entender a los estudiantes que crecer en fe no es nada misterioso. Es la aplicaci—n cotidiana de buenos h‡bitos espirituales con sabidur’a e inteligencia espiritual.

 

6. Distribuye el Tesis sobre Legalismo


Nombre_________________________

 

Examen Pre-clase:

Legalismo

 

Conteste 'V' por Verdadero; 'F' por Falso

 

 _____ El legalismo se define como la aplicaci—n de las leyes de Dios a la conducta humana.

 

 _____ Los legalistas son normalmente muy humildes, porque son muy obedientes a Dios.

 

 _____ El legalista si entiende bien las escrituras.

 

 _____ La base psicol—gica del legalismo es una combinaci—n peligrosa de la ignorancia con el orgullo espiritual.

 

 _____ El Ap—stol Pablo trata a los legalistas de insensatos, necios y dŽbiles.

 

 _____ La palabra 'justificaci—n' quiere decir 'declarado justo', y la palabra 'santificaci—n significa 'ser hecho santo'.

 

 _____ La palabra 'justificaci—n' quiere decir 'ser hecho justo', y la palabra 'santificaci—n' significa 'declarado santo'.

 

 _____ Algunos cristianos son m‡s santificados que otros.

 

 _____ Algunos cristianos son m‡s justificados que otros.

 

 _____ Hay varios grados de justificaci—n entre cristianos, dependiente de su nivel de madurez espiritual.

 


Respuestas Al Examen Pre-clase

Legalismo

 

 F

 F

 F

 V

 V

 V

 F

 V

 F

 F


LECCIîN: 5

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Legalismo

 

1. Introducci—n

Repartir ex‡menes pre-clase sobre legalismo.Tomar lista. Averiguar tarea/ culto personal + posibles puntos por cada vez que repitas la lista de cosas maravillosas que tenemos en Cristo.

 

2. Repaso: Repasar un poco sobre nuestra identidad en Cristo.

 

3. Din‡mica: Dividir la clase en grupos para hacer el mismo ejercicio de la semana pasada, solo que esta vez, lo har‡n a base de Rom. 8. Los estudiantes deben buscar en ese cap’tulo elementos de su 'posici—n' en Cristo, m‡s cosas que NO tienen, por estar en Cristo (No condenados; preservados; no en la carne; no separados, etc.)

 

4. Conferenciar: Legalismo

     a. Revisar de la tesis sobre legalismo, el concepto b‡sico del error de G‡latas.

     b. Din‡mica: (Ver din‡mica para esta clase. DespuŽs de estudiar las preguntas, los estudiantes pueden discutir con el maestro los conceptos. Considerando que el juego teol—gico entre ley y evangelio es algo dif’cil, esto debe causar mucha discusi—n.)

     c. Repaso de Romanos 14, libertad de conciencia. El maestro puede hacer esto o por conferencia, o por din‡mica de grupo.

 

Discutir en grupo las preguntas siguientes:

 

1.   ÀEn QuŽ maneras has permitido a otras personas en el pasado aplicarte leyes humanas?

2.   ÀC—mo te has impuesto a ti mismo leyes?

3.   ÀC—mo sientes cuando no las haces?

4.   ÀC—mo sientes cuando las haces?

 

5.   ÀEn QuŽ formas has impuesto 'leyes' morales sobre otras personas?

6.   ÀC—mo eso le hace sentir a la persona?

7.   ÀQuŽ efecto tiene esto sobre la relaci—n?

8.   ÀQuŽ efecto tiene sobre tu relaci—n con Cristo el guardar estas leyes humanas?

 

 


PLAN DE LECCION

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Arrepentimiento Cristiano

 

1.   Introducci—n

a.    Revisar la lecci—n sobre la identidad del creyente de modo que los estudiantes comprenden claramente que la vida cristiana normal es uno de acercamiento libre y seguro a Dios como hijos, no caminando en el miedo como mendigos. P’dales de nuevo, ÀSomos nosotros pecadores con remanentes de gracia? O santos con remanentes de pecado? Cuando ellos contestan correctamente, entonces mencione que aunque hay poco en el Nuevo Testamento sobre el arrepentir de Cristianos, hay algo sin embargo. Los cristianos por lo tanto deben vivir una vida de regocijar en Cristo, no una vida de arrepentimiento. Aunque el arrepentir arrepentimiento debe ser una parte de la vida Cristiana, no es el punto central. Tampoco el arrepentir debe dominar la mente del creyente. El producto de Ôvivir una vida de arrepentimientoÕ es una mentalidad de derrota que pronto llega a ser legalista y tiende hacia la depresi—n emocional.

 

b.    No obstante cuando viene un momento para arrepentirse, debemos estar conscientes de nuestras tendencias carnales propias para minimizar el pecado, echar la culpa a otros, o usar otros dispositivos para esquivar la realidad de nuestras acciones.

 

2.   Clarifique que la necesidad de guardarnos limpios es esencial en la guerra espiritual, lo cual es la lecci—n siguiente. Tratamos con Satan‡s desde una posici—n fortaleza y de victoria en Cristo, no desde una posici—n de incertidumbre y miedo sobre nuestra aceptaci—n con Dios.

 

3.   Conferencia: Sigue el bosquejo abajo sobre las tŽcnicas humanas de esquivar el arrepentimiento.

 

4.   TŽcnicas Que Personas Usan Para

Evitar El Arrepentimiento

 

a. Inculpando A Otra Cosa

     "Yo reaccione a lo que otra persona me hizo. O, yo me arrepiento por el motivo porque lo hice es que fulano me provoc—."     

  "Las circunstancias fueron la causa." La realidad es que la œnica 'causa' que Dios reconoce es nuestros propios corazones pecaminosos. Esto en realidad es echar culpa a Dios mismo.

  "Yo soy nada mas que un mero humano." (Dios me hizo as’, y por lo tanto es Dios el pecador y no yo.)

 

b. Aplicar otro nombre al pecado

      Mala decisi—n: (Esto equivale a decir que la culpa es realmente una falta de entendimiento de mi parte, y no mi coraz—n pecaminoso.)

    Inmadurez: (Esto equivale a decir que la culpa es una falta de crecimiento, no me coraz—n pecaminoso. Esta excusa echa culpa al tiempo en lugar de nosotros mismos. El tiempo es algo que no puedo controlar. Por lo tanto, echo culpa a otra cosa que no est‡ en mi.

    Malafortuna: "Yo ca’ en pecado." Es decir, el pecado es como un hueco en la tierra que no vi, y por lo tanto no soy realmente responsable. La realidad es el hueca era atractivo a mi coraz—n pecaminoso, y me echŽ.

    Una Prueba: La Biblia habla de 'pruebas' pero nunca trata el pecado con esa palabra.       

 

c. Formas de Excusas

    i. Auto-compadecencia: Hablando como una victima de pecado en lugar de confesar que uno es pecador.

   ii. Trivialisar (No es tan serio.)

       "El pecado que comet’ es un acto aislado anti-t’pico de lo que est‡ en mi coraz—n."

      "Las consecuencias son m’nimas, y por lo tanto, ese pecado no es importante." (Todo pecado es importante, aunque no todo acto es igualmente pecaminoso) "Mi pecado de chismear no es asesinato... por lo tanto el chismeo es trivial.

    iii. Confesi—n Generalizada: (Pedir perd—n en tŽrminos ambiguos. Ejemplo, "Lo siento que te ofend’", en lugar de, "Yo siento que yo comet’ el pecado de XXX en contra tuya.")

 

d. Nota: ÀQue hacer cuando un cristiano se 'disculpa' por haberte ofendido, pero lo hace en tŽrminos ambiguos. Dos preguntas para ayudar a las dos partes para ver la necesidad del arrepentimiento.

  Exactamente que pecado cometiste que le caus— pedir mi perd—n.

  Exactamente que pecado comet’ yo que te provoc— hacer eso?


Vers’culos Sobre el Arrepentir

Del Creyente

 

 

2Cor. 7:9 Ahora me gozo, no porque hay‡is sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habŽis sido contristados segœn Dios, para que ninguna pŽrdida padecieseis por nuestra parte.

2Cor. 7:10 Porque la tristeza que es segœn Dios produce arrepentimiento para salvaci—n, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

 

CONFESION

Prov. 28:13 El que encubre sus pecados no prosperar‡; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

James 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que se‡is sanados. La oraci—n eficaz del justo puede mucho.

1Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos enga–amos a nosotros mismos, y la verdad no est‡ en nosotros.

1Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Žl es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

1Juan 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Žl mentiroso, y su palabra no est‡ en nosotros.

1Juan 2:1 ¦ Hijitos m’os, estas cosas os escribo para que no pequŽis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

 

1Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos enga–amos a nosotros mismos, y la verdad no est‡ en nosotros.

1Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Žl es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

1Juan 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Žl mentiroso, y su palabra no est‡ en nosotros.

1Juan 2:1 ¦ Hijitos m’os, estas cosas os escribo para que no pequŽis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

 

CONTRICION

 

Sal. 34:18 Cercano est‡ Jehov‡ a los quebrantados de coraz—n; Y salva a los contritos de esp’ritu.

Sal. 51:17 Los sacrificios de Dios son el esp’ritu quebrantado; Al coraz—n contrito y humillado no despreciar‡s tœ, oh Dios.

2Cor. 7:9 Ahora me gozo, no porque hay‡is sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habŽis sido contristados segœn Dios, para que ninguna pŽrdida padecieseis por nuestra parte.

2Cor. 7:10 Porque la tristeza que es segœn Dios produce arrepentimiento para salvaci—n, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

2Cor. 7:11 Porque he aqu’, esto mismo de que hay‡is sido contristados segœn Dios, ÁquŽ solicitud produjo en vosotros, quŽ defensa, quŽ indignaci—n, quŽ temor, quŽ ardiente afecto, quŽ celo, y quŽ vindicaci—n! En todo os habŽis mostrado limpios en el asunto.

2Cor. 7:12 As’ que, aunque os escrib’, no fue por causa del que cometi— el agravio, ni por causa del que lo padeci—, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.


PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Llenura Del Esp’ritu Santo

 

Introducci—n: Conceptos err—neos acerca de la llenura del Esp’ritu

Nota: El prop—sito de esta lecci—n no es presentar una defensa doctrinal de la posici—n presbiteriana sobre la Neumatolog’a (doctrina del Esp’ritu Santo), sino mostrar la urgencia de concientizarnos en nuestra continua necesidad de ser llenados con el Esp’ritu Santo. Una defensa m‡s completa de nuestra posici—n est‡ disponible en otras fuentes.

 

Concepto err—neo: El Bautismo del Esp’ritu Santo es una experiencia posterior a la salvaci—n. Ver Ti. 3:4-7

 

  Segœn el punto de vista Pentecostal-Carism‡tico, el Bautismo en el Esp’ritu Santo se refiere a una segunda experiencia de santificaci—n y recibimiento de poderes que ocurre despuŽs de la regeneraci—n. La manifestaci—n externa de esta experiencia es hablar en lenguas. Por la tanto, los cristianos pueden ser clasificados en dos categor’as: aquellos que est‡n llenos con el Esp’ritu, y aquellos que no lo est‡n.

 

  Segœn Ti.3:5-7, el Bautismo en el Esp’ritu Santo es nuestra regeneraci—n y subsiguiente justificaci—n. La manifestaci—n de esto es la liberaci—n de las obras malas y el compromiso para las buenas obras. (Ver el contexto de todo el cap’tulo. Note que no se menciona la manifestaci—n de un don espiritual en particular.)

 

2. Concepto err—neo: Que los pentecostales experimentan m‡s milagros o dones del Esp’ritu Santo que otros cristianos. Esto es absolutamente falso. Aquellos quienes han estado en el movimiento Pentecostal-Carism‡tico, y se han salido, generalmente lo han hecho, debido a que han encontrado mucha falsedad. Frecuentemente, los pentecostales reclaman milagros de sanidad que no han ocurrido. En estos c’rculos, la mayor’a de las as’ llamadas manifestaciones del Esp’ritu, son muy dudosas. Los ÒmensajesÓ de profec’a e interpretaci—n de lenguas son siempre muy ambiguos, repetitivos y superficiales.

 

3. Concepto err—neo: Que la ÒllenuraÓ del Esp’ritu Santo me dar‡ el poder para realizar obras milagrosas.

  Quiz‡s, pero no necesariamente. Ver Romanos 12. El prop—sito del Esp’ritu Santo es darnos ministerio; no necesariamente milagros. Aœn cuando algunos pueden experimentar milagros tales como sanidad, los ap—stoles no dan a esto el Žnfasis principal. El poder del Esp’ritu, segœn Romanos 12, es m‡s bien para manifestar ministerios que milagros. No obstante, los milagros son esperados, y nosotros debemos aprovechar toda oportunidad en que Dios pueda ser glorificado, orando por los enfermos, etc.

 

4.  Concepto err—neo: El poder del Esp’ritu nos garantizar‡ la victoria sobre la carne, o que el poder del Esp’ritu nos liberar‡ de nuestras luchas personales y tendencias pecaminosas.

 

5.  Concepto err—neo: El Esp’ritu Santo nos har‡ sentir bien con nosotros mismos.

  A m’, que soy menos que el m‡s peque–o de todos los santos, Ef. 3:8

  Parte del ministerio del Esp’ritu Santo es convencernos de pecado. Jn16:8 Y cuando Žl venga, convencer‡ al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

 

6. Concepto err—neo: El Esp’ritu Santo har‡ que usted tenga una gran variedad de ministerios.

 

7.  Concepto err—neo: El Esp’ritu Santo es una emoci—n.

  Si bien, el Esp’ritu Santo puede causar emociones, esto es secundario a Sus prop—sitos. La obediencia es el prop—sito, no la emoci—n.

  Esto es falso. Rom.12 nos habla de especialidades. Y algunas de estas especialidades o ministerios no tienen nada que ver con algo aparentemente sobrenatural. El prop—sito del don y el poder, es lograr que usted se enfoque en una cosa y que la haga bien, ya sea ense–ar, dirigir, ayudar, etc.

 

  El Esp’ritu Santo no vino a hacerle a Ud. sentir bien consigo mismo, ni a incrementar su sentido de auto-estima. Este deseo de auto-estima es, en la opini—n de este escritor, la fuente de la popularidad del movimiento Pentecostal-Carism‡tico entre las clases m‡s bajas. El sentirse espiritualmente superiores a los ricos o a otros cristianos m‡s afortunados les da un sentido de auto-estima. Estas personas no pueden ser iguales o superiores a otras en el aspecto econ—mico o social, pero pueden tener el "sentimiento" de que son espiritualmente superiores. Desafortunadamente, les sale el tiro por la culata porque esto abre la puerta a la auto decepci—n, al orgullo espiritual y al legalismo, lo cual llega a ser un precio muy alto de pagar por su auto-estima.

 

  Cosas positivas y negativas que los cristianos pueden  experimentar al tener una gran llenura del Esp’ritu Santo:

1. Una mayor conciencia de nuestra corrupci—n y un sentido de impotencia con respecto a esta. Rom.7

2. Una mayor capacidad para sufrir injusticias por amor a la rectitud.

3. Una mayor conciencia de la suficiencia de Cristo, y nuestra necesidad de El. Rom. 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Se–or nuestro. As’ que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

4. Un mayor deseo de servir fielmente a Dios en un ministerio.

5. Un mayor sentido de libertad del legalismo.

 

     8. ÀC—mo se recibe una porci—n mayor del Esp’ritu Santo?

  a. Por arrepentimiento: Hech. 20:21 testificando a jud’os y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Se–or Jesucristo.

  Joel 2:12-13 Ayuno y oraci—n

  Pidiendo: Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabŽis dar buenas d‡divas a vuestros hijos, Àcu‡nto m‡s vuestro Padre celestial dar‡ el Esp’ritu Santo a los que se lo pidan?

 

     9. ÀC—mo distinguimos entre manifestaciones verdaderas y falsas?

         a.  ÀA quiŽn glorifica? Jn 16:14 El me glorificar‡; porque tomar‡ de lo m’o, y os lo har‡ saber.

         b.  ÀCu‡l es el fruto? Mat. 7:16 Por sus frutos los conocerŽis.

  c. ÀEst‡ sujeta a la autoridad eclesi‡stica que Dios ha establecido en la iglesia?(Ancianos) 1Corinthians 14:29

Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los dem‡s juzguen.

  d. ÀEst‡ hecho todo en orden b’blico? (ÀSe sujeta a los mandatos escriturales tocante al orden dado por Dios en la iglesia? Curiosamente algunos pentecostales se imaginan que la obra del Esp’ritu Santo produce m‡s desorden. Esto es exactamente lo contrario a la verdad que ense–a la Biblia. 1Cor. 14:40 pero h‡gase todo decentemente y con orden.) 1Corinthians 14:40 pero h‡gase todo decentemente y con orden. 

 


PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Nuestra Identidad en Cristo/ Andado Con Actitudes Postitivas

 

Parte Uno

 

1. Introducci—n: Nuestra identidad en Cristo

 

Explicar como ciertas influencias en nuestro medio ambiente pueden provocar un sentir de inferioridad innecesarias en el Cristiano. Tal sentir es anti-b’blico para un Cristiano, y no es el concepto b’blico de la humildad.

 

2. Influencias negativas religiosas: Pr‡cticas Cat—licas.

     a. Introducir el concepto por recordarles como era la Misa Cat—lica . "Oh Dios tenga misericordia de mi, pecador." Uno intentaba impresionarle a Dios con la virtud de humildad af’n de conseguir de El algœn favor.  La humildad se defin’a como una actitud de auto-critica que consiste en explicar a Dios cuan horrible uno es. Ese procedimiento generalmente causa que un siente peor que antes.

Tal concepto errado es causado por el hecho de que en el Catolicismo no distingue claramente entre el regenerado y el no regenerado. Es decir, no entienden la diferencia entre un pecador que se arrepiente para ser salvo, y un Cristiano en su andada con Dios.

 

     b. La idea detr‡s de esta pr‡ctica cat—lica es que somos criaturas inaceptables para Dios y por lo tanto debemos hacer algo para conseguir Su piedad. La gracia llega a confundirse con una actitud benigna de piedad. Esto NO es gracia. Los cat—licos piensan que ellos obtienen la gracia incitando la piedad de Dios a travŽs de demostraciones de humildad. Uno llega a lloriquear en lugar de actuar con fe.

 

3. Influencias seculares.

     a. En nuestro ambiente de trabajo, existen elementos que nos dan una sensaci—n de inferioridad. El mundo nos dice que somos inferiores porque somos pobres, porque otros son m‡s inteligentes, porque nuestros colegas nos dicen que tenemos fallas, porque el diablo as’ lo dice, porque la iglesia nos dice que somos pecadores, porque nos conocemos a nosotros mismos y nuestras faltas, etc.

 

     b. Si uno escuchar mas al mundo sobre nuestra identidad, mas que a la Palabra, podemos llegar a imaginar que todo el universo, hasta Dios mismo, esta en nuestra contra, anunciando cuan malo somos.

 

Parte Dos

 

ÀSomos pecadores con algo de gracia o somos santos con remanentes de pecado?

 

1. Una vez que venimos a Cristo, y nacemos de nuevo, entramos en un estatus totalmente nuevo de aceptaci—n permanente delante de Dios, a pesar de nuestras faltas y pecados. No somos m‡s esencialmente pecadores, sino esencialmente santos, con remanentes de pecado.

 

2. Pablo nunca escribi— una ep’stola a pecadores, solo a santos.

 

3. Explicar aqu’ que en el concepto Neotestamentario del Cristiano es diferente del que la religi—n y el mundo imagina que es.

  El problema central en discipular a la gente no tan obligarles a vivir segœn los 10 Mandamientos, sino de actuar de acuerdo con el alto concepto que el NT presente sobre la identidad alt’simo del creyente. Ver Filem—n 6 -cite este verso. Nuestra fe se aumenta por considerar todas las cosas maravillosas que Dios a puesto en nosotros.

 

Din‡mica

 

Estudiar los primeros tres cap’tulos de Efesios, cap’tulo por cap’tulo, y determinar cuales son las 20+ cosas que Dios dice que somos y tenemos en Cristo. Hacer esto un cap’tulo a la vez, y luego discutir de esto entre cap’tulos.

 

Dividir los grupos en forma diferente cada cap’tulo.

 

Nuevo deber

 

Por cada d’a que usted repita su lista en voz alta durante su tiempo devocional, usted recibir‡ un punto adicional a los otros puntos que ya tiene.

 

4. ÀVida de Arrepentimiento?

    a. El NT habla sobre el arrepentimiento de los cristianos en cierto grado, pero esto no es el enfoque principal. Los ap—stoles tratan el comportamiento pecaminoso de los Cristianos como fuera de norma; la excepci—n m‡s bien que la regla. El Cristiano neotestimentario vive mas bien una vida de confesi—n positiva como pr‡ctica habitual, mas bien que un arrepentimiento continuo. Nos contamos Ôsantos y fielesÕ hasta que Dios nos habla y nos reprende por algo especifico. Ef.1:1

 

    b. Notemos, por ejemplo, Pregunta No.1 del Catecismo Menor

  ÒÀCual es el fin principal del hombre?

  Respuesta: El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de El para siempre.Ó

 

    c. Mientras permanezcamos con la mentalidad de pordioseros, en lugar  de Hijos, no podremos "gozarnos" en Dios. Debemos tener una  auto-identidad correcta, como Dios ha revelado que sea, o nunca entraremos en ella.

 

    d. Notemos este acercamiento a la cuesti—n en Heb.10:19-22:

 

ÒAs’ que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Sant’simo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que El nos abri— a travŽs del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquŽmonos con coraz—n sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.Ó

 

    e. En el NT, vivimos en el Lugar Santisimo. Antes, solamente los sacerdotes pod’an entrar, y temporalmente no mas. Cuando ellos entraban, lo hac’an con temor y temblor. A nosotros se nos ha ordenado (no invitado) a entrar con valent’a. ÀPor quŽ con valent’a? Porque no tenemos nada que temer...... Y no tenemos nada que temer porque nuestra aceptaci—n con el Padre es total. Hebreos 10:19 As’ que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Sant’simo por la sangre de Jesucristo,

 

    f. Estamos en guerra espiritual. No podemos hacer guerra eficazmente con una mentalidad de derrotados.

 


PLAN DE LECCIîN

CURSO: Avivamiento Espiritual

TEMA: Guerra Espiritual

 

1.   Repaso Breve de Todo el CursoÀ

a.    QuŽ es culto personal?

b.    ÀC—mo Saber que est‡s oyendo de Dios por la Palabra?

c.    ÀCu‡l caracter’stica divina es la base de la gu’a divina? (Sabidur’a. Sant. 3:17)

d.    ÀQuŽ v’nculo hay entre su culto personal y la gu’a divina?

e.    ÀC—mo hacer crecer la fe?

 

2.   Guerra Espiritual

a.    Explicar que la victoria en contra de Satan‡s est‡ vinculada con la calidad de tu relaci—n con el Se–or...la que en su turno corresponde a tu culto personal.

b.    Use ejemplo de espada. La manga es oraci—n. La lima es la Palabra. La fuerza del uso de la Palabra est‡ involucrada con tu relaci—n con Cristo en privado.

c.    Ef. 6  Guerra espiritual se conduce por oraci—n.

d.    Sant. 4  Sumisi—n a Dios es clave para hacer huir a Satan‡s.

e.    Cristo da a los creyentes el poder para pisotear a Satan‡s. Lc.10:19

f.     Dios aplastar‡ a Satan‡s bajo tus pies. Ro. 16

g.    Explicar que uno usa el Nombre de Jesœs como una arma...mandando a Satan‡s.

 

3.   Exhortaci—n a l’deres, o a candidatos para liderazgo.

a.    La autoridad espiritual no es cuesti—n de t’tulos ni de oficios...sino de la calidad de su relaci—n con Cristo en privado.

b.    Tendr‡s autoridad con los hombres cuando tienes autoridad para con Dios por medio de un caminar fiel y diario.

 

4.   Pasos A La Liberaci—nExplique a los estudiantes que estos pasos se puede usar para desatar una persona de la influencia de opresi—n sat‡nicas, bas‡ndose en el arrepentimiento.

 

5.   Siete Pasos A Seguir En La Liberaci—n Personal De La Opresi—n Demon’aca

a.    (Tomado del libro de Anderson, ÒRompiendo las CadenasÓ)

b.    La base teol—gica de este proceso es la no-confrontaci—n. En lugar de entrar en un juego de poder con los demonios a travŽs de —rdenes y etc. nosotros aplicamos las verdades del Evangelio. Debemos luchar con los demonios con la verdad, no con gritos.

 

Pasos que ayudan a una persona a liberarse:

 

1.Denuncie verbalmente toda asociaci—n previa con pr‡cticas de ocultismo y religiones falsas.

2.Reconozca la mentira que usted acept— y confiese la verdad de la Escritura que la reemplaza.

3.Confiese toda amargura en contra de otra persona, sin importar lo que esta le haya hecho.

   Ver Hebreos 12:15

4.Confiese todo pecado de rebeli—n en contra de cualquier autoridad leg’tima. Esto incluye         actitudes de contumacia y obstinaci—n. 1Sam 15:23

5.Confiese todo pecado de orgullo con respecto a cualquier cosa.

6.Confiese pecados habituales y resuelva dar cuenta de esto a alguien.

7.Renuncie a toda pr‡ctica oculta de su familia, y declare que usted es libre espiritualmente de su familia carnal y que est‡ unido al Cuerpo de Cristo. Esto incluye toda pr‡ctica de idolatr’a y quitar de su casa todos los objetos de sectas falsas, incluso los del Catolicismo, tales como im‡genes, estampas, etc. ( Note la conecci—n entre los ’dolos y los demonios en 1Cor.10:19-20.)
FE RAZONABLE

 

Por

 Roger Smalling

 

 

El campo misionero tiene cierta manera de infundir la fe en una persona. Algunas veces es la fe o perecer; fe o caer. A veces las circunstancias dif’ciles me han transformado en un estudiante indispuesto, y ocasionalmente me he sentido m‡s como un conscripto que como un voluntario. Al principio de mi carrera, imaginŽ que a 20 a–os de experiencia en el campo misionero har’a de mi un hombre invencible con gran fe y poder. Aunque Dios me ha ense–ado muchas lecciones, todav’a encuentro ‡reas en que existe luchas de fe.

 

Me molesto cuando yo veo que algunos predicadores declaran su fe de maneras jactanciosas. En las charlas privadas con tales personas, he notado en ellos los mismos temores y frustraciones que nos acechan a todos nosotros.

 

Una vez un evangelista comparti— conmigo su dificultad de confiar en Dios con respecto a sus finanzas. Esta confesi—n humilde me bendijo y nos impuls— a una discusi—n de c—mo nuestras fuerzas mutuas est‡n designadas para compensar las debilidades de los dem‡s. ÒConfesaos vuestras ofensas unos a otros...Ó. Stgo. 5:16

 

La fe es una virtud delicada. Muchos acostumbran usar la palabra ÒfeÓ para describir una gran variedad de virtudes o actitudes, sin entender la ense–anza b’blica sobre ella. La fe tiene varias falsificaciones. Por lo tanto es imprescindible identificar la diferencia entre la fe y estas falsificaciones, si queremos sacar provecho de las grandes promesas que Dios nos ofrece en Su Palabra.

 

La Fe Est‡ Involucrada Con Planificaci—n Sabia

 

ÒY les dijo: ÔCuando os enviŽ sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, Àos falt— algo?Õ Ellos dijeron: ÔNada.Õ Y les dijo: ÔPues ahora, el que tiene bolsa, t—mela, y tambiŽn la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.Ó  Lucas 22:35-36.

 

Jesœs expresa aqu’ dos clases de fe en la cual el creyente puede caminar. Primero, mand— a los disc’pulos en una aventura de fe, sin dinero, sin cambio de ropa. Salieron y predicaron, guiados por el Esp’ritu. Dios hizo milagros y provey— todas sus necesidades.

 

Sin embargo, cuando regresaron, Jesœs les dijo, ÒPero ahora os digo...Ó ÀPor quŽ tal cambio de [--- Unable To Translate Text Box ---]

instrucciones? Cristo les estaba ense–ando que andar sin preparaciones ordinarias, bajo una gu’a especial de Dios, era una clase de fe fuera de lo comœn. Pero la vida cristiana ordinaria es diferente. La vida de fe ordinaria est‡ involucrada con una planeaci—n adecuada bajo la gu’a del Esp’ritu, con la confianza de que Dios har‡ funcionar bien Sus planes.

 

A veces, nuevos misioneros caen en esta trampa. Van al campo misionero sin una ayuda econ—mica adecuada, Òconfiando en DiosÓ. Siempre llegan a ser pobres, sin sostŽn adecuado. Sin embargo, Dios provee sus necesidades por medio de milagros de provisi—n. Pero esta clase de situaci—n no es lo mejor para ellos. Necesitan aprender que el proceso de fe normal est‡ involucrado con la buena planeaci—n bajo la gu’a del Esp’ritu.

Conozco una iglesia en Tejas que decidi— construir una nueva Escuela Dominical, supuestamente Òpor la feÓ. Compraron materiales y empezaron a cavar el cimiento al lado de la Iglesia, sin planos y sin dinero. Pronto vino la polic’a para preguntar, ÒÀD—nde est‡ su autorizaci—n civil para la construcci—n?Ó Fin del proyecto.

 

Algunos piensan en el man‡ del desierto en el libro de Exodo como el ejemplo ideal de la provisi—n milagrosa y de la gu’a divina. Pero los jud’os estuvieron en el desierto por causa de su incredulidad. Tal vida de desierto no era la voluntad de Dios para ellos. ÀQuŽ sucedi—, pues, cuanto entraron en la Tierra Prometida? ÁSe termin— el man‡! La provisi—n milagrosa se acab—. En lugar de eso, ellos plantaron mieses, planearon los d’as de fiesta, y trabajaron como cualquier pueblo. Su fe en Dios se manifestaba por el proceso ordinario de sembrar y cosechar. Esto, no el desierto, es la vida de fe.

 

La Fe Es Activa

 

Las personalidades pasivas son susceptibles a imaginar que su temperamento pasivo es un manifestaci—n de fe fuerte. Suponen que la fe es una confianza apacible en Dios que no requiere actividad de su parte. Santiago Cap. 2 afirma que la fe, no acompa–ada con obras, permanece estŽril.

 

Algunas iglesia predican poco sobre Santiago cap’tulo 2 por temor a que alguien pudiera pensar que est‡n proclamando la salvaci—n por obras. Sin embargo, la afirmaci—n de Santiago de que ÒLa fe sin obras es muertaÓ revela una verdad esencial. El Cristiano debe distinguir entre la mera aprobaci—n mental versus la fe activa. Sin obras, la fe permanece estŽril.

 

Observemos c—mo Dios envi— agua al Rey Josafat en II Reyes 3:16-17. Dios les hizo cavar fosos primero. ÀNo pudo Dios cavar Sus propios fosos? Claro. Pero Dios quiso que ellos demuestren la realidad de su fe.

 

El orden correcto de eventos es importante. Primero, Dios les dio la promesa de que iba a enviarlos agua. Luego requiri— una manifestaci—n pr‡ctica de fe de parte de ellos. Una vez cavados los fosos, Dios envi— la aguas. Eso ser’a actuar en insensatez antes que en fe.

 

Al enfrentar problemas como la enfermedad o problemas econ—micos, u otras necesidades, olvidan de que Dios, a veces, requiere un acto de fe antes de que la respuesta llegue. Acaso requiere que el creyente contribuya una cierta cantidad de dinero como un paso de fe. O que el enfermo tome, literalmente, un paso antes de ser sanado. No olvidemos que la fe es activa, no pasiva.

 

La Fe Es Superior A La Esperanza

 

Aun el infierno podr’a ser tolerable si este tuviera esperanza. No minimizamos esta virtud importante. La esperanza es una cierta  expectativa de que algo bueno podr’a suceder en el futuro. La fe, sin embargo, es una acci—n en un tiempo presente. [--- Unable To Translate Text Box ---]

La fe piensa en una promesa de Dios como un hecho legalmente realizado.

 

Las personas viven frecuentemente en esperanza, sin resultados, imagin‡ndose que ellas est‡n ejercitando la fe. ÁQuŽ tr‡gico! Con un poco de instrucci—n en como acertar la voluntad de Dios y confiar en la promesa, la esperanza podr’a ser transformada en una fe productiva.

 

Una buena manera para poner a prueba esta diferencia es preguntarle a una persona, ÒQuŽ le ha dicho Dios con respecto a esto?Ó La mirada at—nita de la persona revelar‡ que la persona tiene una esperanza, no la fe.

 

A veces notamos este malentendimiento en los enfermos que piden oraci—n para ser sanados. Piden con la esperanza de recibir mejor’a, aunque viven en pecado, el hogar lleno de ’dolos, y con poca intenci—n de entregarse plenamente a Cristo. Luego, imaginan que la ÒfeÓ en Dios ha fallado. No se dan cuenta que la fe cuesta mucho m‡s que la esperanza.

 

ÀQuŽ es lo que cambia  la esperanza en fe? Solamente una promesa de Dios puede hacerlo. Yo insisto que nuestros convertidos obtengan promesas personales de Dios, las escriben y las revisan peri—dicamente. Sin un entendimiento de las promesas de Dios, un Cristiano no avanza espiritualmente.

 

La vida de Abrah‡n ilustra bien esta verdad. Abrah‡n deseaba un hijo mucho antes de que Dios le diera las promesas. Ten’a la esperanza de que algœn d’a Sara concebir’a. Pero cuando vino la promesa, sus esperanzas se transformaron en fe, porque ten’a algo mas s—lido en apoyarse. Sus esperanzas se transformaron en una fe s—lida.

 

Tratar de tener fe sin una promesa de Dios es frustrante. Eso no es fe, sino solamente la esperanza. Es la promesa que da certeza a la esperanza y la transforma en fe. As’ dice el escritor de Hebreos 11:1-Ò...la fe es la certeza de lo que se espera...Ó  El contexto del Cap’tulo anterior confirma esto. En Hebreos 10:36-39, el escritor exhorta a los creyentes que se sostengan en las promesas de Dios. Al hacer esto, la esperanza se transforma en fe, como en el caso de Abrah‡n.

 

ÀEs realmente escritural usar la Palabra de Dios para obtener promesas personales como esa? ÁClaro! En Hechos 13:47, Pablo cita de Isa’as 42:6 en su serm—n en Antioqu’a de Pisidia. Bas‡ndose en este vers’culo, afirmaba que Dios le guiaba en ese viaje misionero. Pero si trasladamos este vers’culo a Isa’as, notamos que este se refiere realmente a la promesa del Mes’as, y no dice nada acerca de viajes misioneros. Pero en su contexto original en Isa’as, se nota que es una profec’a de que Dios iba a usar a Israel para repartir la luz de su palabra a los gentiles.

 

ÀEstuvo Pablo en lo correcto al tomar este vers’culo y aplicarlo a s’ mismo? S’. Por dos motivos: Primero, porque Pablo era Israelita, y ve’a en su ministerio un cumplimiento de esta profec’a. Segundo, porque no trataba de aplicar este texto a todos. Aunque se daba una aplicaci—n personal de este texto, no abusaba del sentido original.

 

Podemos imaginar a Pablo sentado en Antioqu’a un d’a, antes de su llamado misionero, leyendo Isa’as. De repente, el Esp’ritu de Dios lo mueve mientras Žl recorre este vers’culo, y se da cuenta que Dios le est‡ aplicando esta verdad de manera personal.

 

En una reuni—n de la iglesia, posterior, se present— un mensaje inspirado en que se confirm— a todos el llamado de Pablo. Estos dos eventos, su experiencia personal, y tambiŽn el mensaje en la Iglesia, le mostraban a Pablo que estaba en la voluntad de Dios. Sali— guiado por el Esp’ritu.

 

La fe no es un Asunto de Personalidad o de Temperamento.

 

Algunos nacen con una personalidad encantadora. Este don les abre puertas y les rinde una vida m‡s f‡cil. El que tiene encanto anda en un camino con pocos obst‡culos. Para nosotros los que no tenemos tal don, es una lucha mas fuerte. El encanto puede ser una fuerza maravillosa  si Dios lo controla. Pero bajo el dominio de motivaciones carnales, es desastroso. Esto es cien veces verdad cuando personalidades encantadoras suben al pœlpito.

Cuando los hombres encantadores entran al ministerio, ellos usualmente desarrollan un seguimiento ciego y leal. Todo lo que hacen se ve como correcto en los ojos de sus seguidores. Cada error es disculpado. Son vistos como sabios y sus opiniones son aceptadas. Desarrollan un estilo lleno de ret—rica entretenida. Por a–os he tratado de descubrir como logran esto. A pesar de que podr’amos envidiar a tales personas, podemos comfortarnos en esto: El encanto mueve a las personas, pero la fe mueve las monta–as. 

 

Algunos cristianos reposan su fe en tales hombres antes que en las promesas B’blicas.

 

Similares a los que tienen encanto, existen predicadores quienes suponen que las opiniones fuertes y las afirmaciones autoritarias son una manifestaci—n de fe. Cuando una persona hace una afirmaci—n fuerte acerca de la fe, pregœntese a s’ mismo si ella tiene datos firmes equivalentes a la fuerza de sus afirmaciones.

 

Las personalidades fuertes normalmente est‡n muy seguros acerca de lo que es la voluntad de Dios para otros a su alrededor. Esta tendencia a veces causa que empujen a las personas en direcciones contr‡rias a la voluntad de Dios. Si permitimos que nos hagan esto a nosotros, no estamos andando con fe, sino con intimidaci—n. Tales personas son capases de mezclar un poco de voluntad fuerte, salpicado de temperamento desenfrenado, rociado con fervor, y luego le ponen a esta mezcla la etiqueta de ÒfeÓ. En realidad, lo que tienen es un formulario para el desastre.

          

La fe Est‡ Libre de Presunci—n

 

La falsificaci—n m‡s peligrosa de la fe es la presunci—n. Este se asemeja a la fe m‡s que a cualquiera de los otros substitutos. Desde cierta perspectiva, son casi indistinguibles. La diferencia est‡ en la voluntad revelada de Dios.

 

Hace a–os, se report— que tres diabŽticos arrojaron su insulina como un acto de ÒfeÓ, y murieron r‡pidamente. ÀOsamos afirmar que les falt— a ellos la fe? Si el arriesgar la vida de uno no es un acto de fe, entonces, ÀquŽ es? ÀFracas— la fe? No, porque la fe no estaba involucrada. Era la presunci—n. Dios no les dijo que hicieran eso. La misma acci—n idŽntica podr’a ser la fe hoy, y ma–ana la presunci—n. [--- Unable To Translate Text Box ---]

Dios solamente cuenta como fe lo que concuerda con su voluntad revelada.

 

Esta confusi—n entre la presunci—n y la fe era la causa de la muerte de los diabŽticos.

 

Los Israelitas aprendieron esto en una forma dura cuando ellos Òsubieron presuntuosamente a la monta–aÓ a pelear con sus enemigos (Deuteronomio 1:43). ÀQuŽ estaba mal con eso? Ellos hab’an peleado antes con sus enemigos y hab’an ganado. ÀY por quŽ no tambiŽn esta vez? Seguramente Dios entender’a las intensiones de sus corazones y pasar’a por alto el hecho de que El les dijo que no lo hicieran. Pero los Amonitas vinieron Òy los cazaron como abejasÓ y los derrotaron. La œnica diferencia real entre ese incidente y las batallas previas, era la voluntad revelada de Dios. S’, Dios quiere que ganemos nuestras batallas. Pero solamente como y cuando El dice.

 

ÀCu‡l es, pues, una buena definici—n de fe? La fe es una dependencia activa en el poder de Dios para realizar su voluntad revelada. La fe, entonces, contiene tres elementos:

1. Est‡ basada en las promesas de Dios.

2. Es activa, no pasiva.

3. Es dependiente, no presuntuosa.

 

Si cualquiera de estos tres elementos faltan, no es realmente la fe, sino solamente una falsificaci—n improductiva.

 

La fe est‡ vinculada con todo lo que somos. Ella obra por el amor, se mueve con paciencia, y anda con humildad. Nunca entenderemos todo acerca de la fe en esta vida. Por eso, tengamos cuidado de respuestas c—modas, habladur’a impetuosa, la presunci—n y otras falsificaciones. Todos tenemos mucho que aprender.  

 

Esta es la madurez en Cristo.
COMO SER GUIADO POR DIOS

 

Por

 

Roger L. Smalling

 

 

   Hace varios a–os Diana y yo nos encontr‡bamos en la frontera sur de Tejas, alist‡ndonos para entrar a MŽxico. Pero no ten’amos la menor idea de d—nde ministrar en aquel pa’s vasto, de manera que pasamos un d’a en un hotel buscando la voluntad de Dios. Era una situaci—n misionera t’pica; no pod’amos quedarnos donde est‡bamos, pero a la vez no sab’amos a donde ir. El Se–or nos habl— a los dos por medio de algunos principios b’blicos.

 

   Mientras or‡bamos, sentimos paz en que deber’amos ir a la pr—xima ciudad m‡s grande de MŽxico, m‡s all‡ de los pueblos fronterizos. Esta era Ciudad Victoria, cerca de 320 kil—metros al sur de Tejas. Por una iglesia en Tejas ten’amos el nombre de un misionero de all’, a quien no conoc’amos personalmente. De esta manera salimos de all’ al d’a siguiente.

 

   Al llegar a la ciudad Victoria, buscamos al misionero. El nos explic— como deseaba iniciar otra iglesia en un sector de la ciudad en el cual no hab’a ninguna iglesia, pero debido a su pr—ximo traslado a Guadalajara no ten’a tiempo. El nos present— a una familia que quer’a comenzar una iglesia en su propiedad. Desempacamos nuestras maletas y nuestro ministerio en MŽxico comenz— all’. La Palabra personal que Dios nos dio se cumpli— totalmente.

 

   Esta historia suena como si hubiŽramos hallado la voluntad de Dios por la suerte, a travŽs de una simple cadena de eventos. Pero todav’a recuerdo vivamente el sentimiento de incertidumbre mientras busc‡bamos la gu’a divina en aquel cuarto  del hotel.

 

   ÀEs normal encontrarnos desconcertados acerca de la voluntad de Dios de vez en cuando? Durante un estudio b’blico reciente acerca de la gu’a Divina, un nuevo cristiano se quej— de que la voluntad de Dios es algunas veces dif’cil de encontrar. ÒPor quŽ no habla el Se–or en voz alta y dice con claridad lo que El quiere?Ó, pregunt— este nuevo creyente. Pero no debemos imaginarnos que algo va mal solo porque la voluntad de Dios se muestra temporalmente oscura. Si, existen buenas razones para que Dios permita esto.

 

   A veces el Se–or nos comunica en maneras inesperadas tales como una impresi—n interior o experiencias espirituales diversas. Tales experiencias no dejan lugar para dudas.

 

   Pero, descubrir la voluntad de Dios es normalmente mucho m‡s dif’cil que esto. Es como si El escondiera su voluntad. El cristiano puede ser obligado a actuar como un detective buscando evidencias. Uno se ve obligado a escudri–ar la Palabra, orar, y buscar consejos. El proceso simplemente no es f‡cil.

 

   A veces deseamos que Dios hablara m‡s alto. Inclusive se pueden desarrollar sentimientos de inferioridad, pregunt‡ndonos si algo est‡ mal con nosotros porque no o’mos claramente a Dios.

 

   Pocas cosas me irritan m‡s que una persona orgullosa y jactanciosa  actœe como si su relaci—n con Dios es tal que siempre discierne la voluntad de Dios correctamente e instant‡neamente. No me conf’o en tales personas. Tanto la Palabra de Dios como la experiencia de los cristianos a travŽs de los tiempos indican que semejantes declaraciones jactanciosas tienen sus ra’ces en el orgullo espiritual en vez de una experiencia genuina.

 

   La gu’a divina est‡ basada en  la Sabidur’a Divina. Efesios 5:17 claramente v’nculo la sabidur’a con el entendimiento de la voluntad de Dios. Ò....no se‡is insensatos, sino entendidos de cu‡l sea la voluntad del Se–orÓ.  Ya que nadie alcanza una sabidur’a perfecta en esta vida, se entiende que todos tenemos mucho que aprender sobre como recibir la gu’a divina.

 

   El elemento de misterio en encontrar Su voluntad existe para provocar el crecimiento en la sabidur’a y el conocimiento espiritual. Por eso, vale la pena pasar mas tiempo estudiando la Sabidur’a divina que en todos los otros aspectos de gu’a. Miremos a algunas de estas caracter’sticas en Santiago 3:17:

 

       ÒPero la sabidur’a que es de lo alto es primeramente pura,

       despuŽs pac’fica, amable, benigna, llena de misericordia y de

       buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocres’aÓ.

 

   Entender las caracter’sticas de la sabidur’a es una cosa. Lograr la sabidur’a es otra. Pero un estudio de las caracter’sticas involucradas es el œnico punto de partida racional. Pero no imaginemos que se requiere un nivel alto de sabidur’a para capacitarnos seguir fielmente al Se–or. Tal temor puede neutralizar nuestra confianza en lo referente a tomar decisiones definitivas. No, el œnico requisito para comprender las caracter’sticas de la Sabidur’a Divina, y lograr tomar decisiones firmes en el Se–or, es la habilidad de leer Santiago 3:17.

 

   Cuando confrontamos una decisi—n importante, siempre vale compararla con este pasaje. Si todas las caracter’sticas mencionadas en ese texto concuerdan con lo que nos proponemos hacer, la decisi—n probablemente es correcta. Si falta cualquiera de las caracter’sticas, especialmente la primera, entonces es una trampa sat‡nica. Dios, la fuente de toda sabidur’a, nunca pasa por alto alguna de estas caracter’sticas.

 

Analicemos pues, punto por punto, estas caracter’sticas:

 

ÒPRIMERAMENTE PURAÓ

 

   Satan‡s puede falsificar cualquier aspecto de la Sabidur’a Divina indicado en Santiago 3:17, menos la pureza. Cualquier duplicidad,  mentira o enga–o, supuestamente por inocente que sea, es evidencia suficiente de que la decisi—n propuesta es de origen diab—lico.

 

   Durante nuestro ministerio en el Ecuador, una pareja en los Estados nos ofreci— un carro. Parec’a una respuesta genuina a nuestras oraciones. A pesar de que interven’an ciertas restricciones de importaci—n, una mentira peque–a blanca al gobierno ecuatoriano pod’a resolverlo todo. DespuŽs de todo, razon‡bamos nosotros, el capricho del oficial es, en la pr‡ctica, la œnica ley que se practica en estos asuntos; de manera que est‡bamos seriamente tentados  a participar en esta Òmentira blancaÓ.

  

   Pero no ten’amos paz, de manera que buscamos a Dios y El nos indic— Santiago 3:17 y la palabra ÒpuraÓ. Rechazamos la oferta bondadosa. M‡s tarde Dios nos suministr— un veh’culo por otros medios honorables.

 

ÒDESPUES PACIFICAÓ

 

   A menudo dos opciones l’citas se presentan. ÀCu‡l de las dos provoca unidad y paz? ÀCu‡l tiende hacia la disensi—n? Tal pauta nos ayuda a distinguir cual es la voluntad del Se–or. Raras veces el Se–or nos gu’a a tomar decisiones que provocan disensi—n y confusi—n.

 

   ÒRaras vecesÓ, dije, porque existen a veces circunstancias que requieren decisiones controversiales. La misma justicia es, a menudo, la causa de disensiones. Por eso la pureza ocurre primero en la lista de caracter’sticas de la sabidur’a divina y la paz, ÒdespuŽsÓ. Santiago vigila en hacernos notar que estas caracter’sticas tienen un orden de prioridades. Ellas no son igualmente importantes.

  

   Algunos cristianos desean la paz entre los hermanos a tal extremo que est‡n dispuestos a sacrificar la justicia, opacar la verdad, o permitir que el pecado y la falsa doctrina sigan en lugar de reprocharlos. Cuando sacrifiquemos la pureza en favor de la paz, perdemos, al final, ambas.

 

   Pablo dijo: Ò....en cuanto depende de vosotros, estad en paz con todos los hombresÓ . (Rom. 12:18) Reconoci— que la paz no es siempre posible. Ni entre hermanos en Cristo. Especialmente cuando insistimos siempre en la pureza primeramente.

 

  Entre los cristianos que verdaderamente aman la verdad habr‡, normalmente, un sentimiento general de paz si la decisi—n proviene del Se–or. Los consejos de un grupo de creyentes piadosos pueden significar para nosotros lo mismo que una soga de seguridad para un andinista.

 

   ÒDonde no hay direcci—n sabia, caer‡ el pueblo; m‡s en la multitud de consejeros hay seguridadÓ. (Prov. 11:14).

 

ÒAMABLE, BENIGNAÓ

 

  

   La palabra ÒamableÓ traduce una palabra en el griego original que comunica el concepto de ÒrazonableÓ. Contrario a los conceptos de algunos m’sticos, el proceso de hallar la voluntad de Dios est‡ involucrada, normalmente, con la raz—n.

 

   ÒBenignaÓ, es semejante. Algunos comentaristas b’blicos explican esta palabra como Òdispuesto a ceder a la raz—nÓ. ÀSe ha topado el lector alguna vez con un fan‡tico quien est‡ tan seguro de si mismo que es imposible razonar con Žl? Tener una mente abierta para nuevas evidencias nos puede evitar muchas errores. Pero cuando la mente se cierra a nuevas evidencias, muchas veces llega a cerrarse a Dios.

 

ÒLLENA DE MISERICORDIA Y DE BUENOS FRUTOSÓ

 

   ÀCu‡l es el resultado final de la decisi—n a tomarse? ÀQuŽ produce? ÀA quiŽn ayuda y c—mo? Tales preguntas iluminan las decisiones importantes.

 

ÒSIN INCERTIDUMBRES NI HIPOCRESIAÓ

 

   Dos j—venes, nuevos creyentes, comenzaron a recibir lo que ellos supon’an que eran mensajes orientadores de Dios. Pero juntamente con estas revelaciones vino la idea de que deber’an ocultar estos ÒmensajesÓ de su pastor. Esto sucedi— por algœn tiempo, hasta que algunos de los mensajes comenzaron a tomar aspectos un poco extra–os.

 

   Eventualmente, uno de los chicos comenz— a sospechar que estas revelaciones no eran, despuŽs de todo, de Dios. El se preguntaba si era l—gico que el Esp’ritu Santo les revelara cosas a dos jovencitos y que El las escondiera del l’der espiritual. Luego de hablar con su pastor, los chicos se dieron cuenta, por supuesto, que estaban prestando atenci—n a un esp’ritu enga–oso.

 

   Santiago se ocupa en aclarar la diferencia entre la sabidur’a humana y la Sabidur’a Divina. Esto se resume en dos palabras: Orgullo vs humildad. Pero el orgullo en cuesti—n es de la clase m‡s sutil y peligrosa:  El orgullo espiritual. Este vicio es el m‡s enga–oso de todos porque la v’ctima puede considerarse a s’ misma sabia, mientras que abriga envidia y ambiciones ego’stas.

 

   Yo considero al famoso escritor y te—logo, Dr. Francis Shaeffer, como el hombre mas humilde por menos motivos, que ha sido el mayor privilegio para m’ de conocerlo en toda mi vida. Ten’a cuatro t’tulos de doctorado, sin hablar de su fama mundial como autor destacado, conferencista, y defensor del evangelio, habiendo derrotado en debates pœblicos a numerosos oponentes al Evangelio. Sin embargo, al conocerlo, la primera cosa que notŽ acerca de Žl fue su conducta modesta y afable. Esto  parece contradictorio pero en realidad, la sabidur’a genuina se manifiesta de esta manera. Santiago hubiera entendido bien al Dr. Shaeffer.

 

   Una œltima precauci—n antes de proceder a otros ’ndices de la voluntad del Se–or: Nunca Actœe Bas‡ndose En Una Sola Evidencia.

 

   Mientras viaj‡bamos de Los Angeles a Houston por carro, notŽ que el Departamento de Carreteras hab’a colocado r—tulos a intervalos regulares para seguridad del viajero. Las rutas largas y solitarias a travŽs del desierto pueden provocar que uno dude si realmente est‡ en el camino correcto, si no fuera por esos r—tulos. Un solo r—tulo al principio del viaje no bastar’a para asegurarnos la ruta correcta.

  

   Es igual con la gu’a divina. Necesitamos ÒindicacionesÓ a cada rato para asegurarnos de que estamos en el buen camino de la voluntad de Dios.

 

   Un solo vers’culo, o una sola visi—n, o un solo consejo acerca de un asunto importante no son suficientes. P’dale al Se–or otras dos o tres ÒindicacionesÓ como confirmaci—n. No tema que le desagrade a Dios si le pide otra se–al. No es falta de fe pedir tal confirmaci—n. Es sabidur’a.

 

   Ejemplo: El gran Ap—stol Pablo or— tres veces al Se–or para que le quite el aguij—n de su cuerpo. Obviamente estaba inseguro por un tiempo acerca de la voluntad de Dios. Aparentemente, no lo ve’a ni como falta de fe, ni como presunci—n insistir en que Dios le conteste de una manera clara.

 

   La gente muchas veces descredita la falta de fe de Gede—n cuando Žl pidi— confirmaci—n por los velones. Sin embargo, si un ‡ngel me dijera que ataque a 100.000 hombres armados, Áyo tambiŽn querr’a una confirmaci—nÁ No veo ninguna evidencia b’blica de que Dios se enoja si nosotros pedimos una confirmaci—n de Su voluntad.

 

   Ahora miremos algunas Òse–alesÓ por medio de las cuales Dios confirma Su gu’a en nuestras vidas:

 

   SENAL No. 1: GUIAS PERSONALES DE LAS ESCRITURAS

 

   Al leer la Biblia durante su tiempo devocional diario, estŽ atento al Esp’ritu Santo. A veces Dios ilumina vers’culos a nuestros corazones como indicaciones acerca de Su voluntad. A menudo se destacar‡n vers’culos que parecen hablarnos directamente y personalmente. Anote estos vers’culos en un cuaderno. DespuŽs de algunos d’as o semanas, parecer‡ un patr—n general de ideas que dar‡ una indicaci—n clara de la voluntad de Dios.

 

   El Esp’ritu Santo tiende a hablarnos personalmente de esta manera a medida que leemos la Biblia con una actitud de anticipaci—n. De esta manera la Biblia pronto toma vida para nosotros, segœn nuestra lectura cambia de un deber religioso a una experiencia emoci


onante de gu’as y promesas personales.

 

   ÀEs b’blico usar la Biblia de esta manera? ÁClaro que si! En Hechos 13:47, Pablo cita a Isa’as en su serm—n en Antioqu’a de Pisidia. El dice en el contexto que Dios le dijo, por ese vers’culo, que vaya en un viaje misionero. Si miramos a Isa’as 42:6, el texto que Pablo citaba, vemos que se refiere a una profec’a para Israel como Dios iba a usar a los Jud’os para repartir la luz de la Palabra a los gentiles.

 

   Evidentemente, al leer este texto, el Esp’ritu le habl— de una manera personal, indicando Su voluntad. DespuŽs de todo, Pablo era un jud’o iluminado por la Palabra de Dios.

 

   Es l’cito usar la Palabra de Dios en esta manera si tanto que no abusamos del significado original, ni que basemos doctrinas en semejantes aplicaciones personales. Pablo no afirmaba que todo jud’o debe salir en viajes misioneros.

  

   Ser’a por dem‡s decir que Dios nunca gu’a a una persona en contra de los principios de Su Palabra. Sin embargo, seguimos encontrando gente que se atiene a doctrinas o a gu’as totalmente contrarias a las Escrituras, bas‡ndose en un sue–o, en una impresi—n interna o semejante experiencia.  Los cristianos sensatos no saben hacer eso.

 

   SENAL No. 2: PAZ INTERNA

 

        ÒY la paz de Dios gobierne en vuestros corazones....Ó

        (Colosenses 3:15)

 

    Cuando se presentan dos decisiones dif’ciles, la paz de Dios que normalmente gobierna en nuestros corazones nos puede ayudar a fijar la voluntad de Dios. Al elegir uno de los caminos, la paz desaparecer‡ si la decisi—n est‡ equivocada. Si la paz viene de nuevo, al tomar el otro camino, es  probablemente la decisi—n correcta.

 

   SENAL No. 3: CONSEJOS PASTORALES

 

        ÒObedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque

        ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar

        cuenta...Ó (Hebreos 13:17)

 

   Hombres de Dios, con a–os de experiencia,  saben normalmente detectar trampas sat‡nicas. Aun mejor, saben diferenciar los elementos mixtos en las mezclas sutiles de la verdad y del error, las cuales Satan‡s prepara para confundir a los cristianos. Al pasar esto por alto los pastores, como recurso divino, ser’a pura necedad.

 

   Sin embargo, esta verdad, como muchas otras, tiene otro lado. No todo pastor es apto para ayudar en asuntos de gu’a divina. Un pastor sabio no es imponente ni autoritario en sus consejos. Un gu’a de excursiones de monta–as sabe quŽ caminos tomar, donde se hallan los barrancos, y como usar las cuerdas. Pero Žl no camina detr‡s de sus seguidores con un l‡tigo forz‡ndolos a realizar lo que Žl estima conveniente.

 

   Algunos ministros inmaturos consideran su rol como control y manipulaci—n del reba–o. Algunos inclusive imaginan tener un don especial para saber la voluntad de Dios para todos a su alrededor. Estos ministros no son pŽsimos consejeros.

 

   El mejor consejero pastoral es aquel que ayuda al creyente a o’r de Dios por s’ mismo.

 

 

SENAL No. 4: PUERTAS ABIERTAS

 

        Ò...he aqu’, he puesto delante de ti una puerta abierta, la               

   cual nadie puede cerrar...Ó  (Apo. 3:8)

 

ÒPorque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversariosÓ (I Cor.16:9)

 

   Se refiere aqu’ a buenas oportunidades para ministrar. Si la oportunidad no entra en conflicto con las caracter’sticas de la sabidur’a divina, es, normalmente, la voluntad de Dios.

 

   Note que Pablo menciona adversarios. Algunas veces entendemos mal y deducimos, equivocadamente, que la presencia de adversarios indica que la ÒpuertaÓ no es de Dios. Pero lo contrario es a veces la verdad. Estamos en una guerra espiritual. Conflictos con fuerzas de maldad son inevitables.

 

   ÀEs que los puntos arriba mencionados garantizan 100% de exactitud en conocer la voluntad de Dios? Ciertamente que no. Dios usa la gu’a Divina como un medio para ense–arnos sabidur’a. Y en vista de nuestra necesidad de continuar aprendiendo en el transcurso de nuestra vida, Dios nos har’a una injusticia si siempre nos permitiera esa exactitud. Adem‡s, Dios quiere que el elemento de fe estŽ siempre presente en nuestro andar con El.  ÀC—mo puede estar la fe involucrada si no hay riesgos?­­

 

   Aquellos que insisten en encontrar algœn sistema perfecto de gu’a Divina, est‡n involucrados en una bœsqueda inœtil. Y aquellos que proclaman haber encontrado dicho sistema, se enga–an a s’ mismos. Nuestra fe es en Dios, no en los principios o sistemas. Sin embargo, Dios usa estos principios para guiarnos. Esta distinci—n nos recuerda de que la vida cristiana no es un mecanismo, sino una relaci—n con un Dios bondadoso. Un Dios bondadoso que no desea que caigamos, pero a la vez demasiado sabio para permitir que el camino sea f‡cil.

 

ÒY aquel que es poderoso para guardaros sin ca’da, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegr’a, al œnico y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. AmŽn.Ó Judas 24-2
Preguntas para Repasar

Estudio en Gu’a Divina

 

1.  La gu’a divina est‡ basada en _____________________Divina.

 

2.  ÀCuando tenemos que tomar una decisi—n importante, sirve compararla con cu‡l vers’culo?______________

 

3.  ÀCu‡l es la primera caracter’stica de una decisi—n sabia? ___________________________________

 

4.  Verdadero o Falso: ______Satan‡s es capaz de falsificar lapureza.

 

5.  Verdadero o Falso: ______Si la decisi—n tiene la pureza no tenemos que pedirle a Dios otra confirmaci—n.

 

6.  Si hay necesidad de duplicidad o de mentiras en la decisi—n esobvio que ________________________________.

 

7.  ÀCu‡l es la segunda caracter’stica importante con respecto a lasabidur’a divina en la gu’a divina? ____________________.

 

8.  _______________es m‡s importante que la paz.

 

9.  Verdadero o Falso: ______Se debe evitar pedir consejos de lospastores porque ellos a veces se equivocan.

 

10. Verdadero o Falso: ________Es sabio hacer decisiones importantes despuŽs de hablar con un grupo de creyentes piadosos para ver lo que ellos piensan.

 

11.  Proverbios 11:14 dice que Òen la multitud de consejeros  hay_____________Ó.

 

12. ÒAmableÓ (en Santiago 3:17) tiene la idea de ser_____________.

 

13.  Verdadero o Falso: ________ La mente cerrada no puede  cometer errores.

 

14.  Uno debe estar siempre dispuesto a ceder a la ___________.

 

15.  La decisi—n final tiene que ser sin ____________o hipocres’a

 

16.  Hay una sabidur’a _______________y una sabidur’a Divina. 

 

17.  ÀQuŽ clase de orgullo es el m‡s sutil y peligroso? __________.

 

18. Un consejo esencial: Nunca actœe bas‡ndose en _____  ____________principio de gu’a.

 

19.  Verdadero o Falso: _______Un sue–o, y nada m‡s, es evidencia suficiente de la voluntad de Dios en un asunto importante.

 

20.  Verdadero o Falso: _______Pedirle a Dios una confirmaci—n de  un asunto Le desagrada.

 

21.  Verdadero o Falso: _______La incertidumbre no es un pecado  cuando uno quiere agradar a Dios.

 

22.  ÀQuiŽn en la Biblia or— 3 veces con incertidumbre con respecto  a su aflicci—n? _______________

 

23.  ÀQuiŽn en la Biblia pidi— confirmaci—n a travŽs de los  velones? ______________

 

24.  Verdadero o Falso: _______La Biblia dice que Dios se enoja si  no estamos seguros de Su voluntad.

 

25. ÀCu‡l es la Se–al No.1 para confirmar la gu’a Divina?  ______________________________________

 

26.  Durante su tiempo devocional en la Biblia, Ud. debe estar atento al _________________________________.

 

27.  Debemos tener una actitud de _____________ al leer la Biblia.

 

28.  ÀEs l’cito usar la Biblia de una manera personal para obtener la   gu’a Divina?_____

 

29.  ÀQuŽ vers’culo indica que el Ap—stol Pablo us— la Biblia en  forma muy personal para gu’a divina? _________________.

 

30.  ÀCu‡l es la Se–al No. 2? ______________________

 

31.  Segœn Colosenses 3:15, quŽ debe gobernar en nuestros  corazones? ____________________________

 

32.  Si estamos en un cruce de dos caminos, quŽ debemos buscar  como evidencia de la decisi—n correcta?_______________

 

33.  ÀCu‡l es la se–al No. 3? ______________________

 

34.  Hebreos 13:17 dice que debemos obedecer a nuestros ________

 

35.  ÀPor quŽ? _____________________________

 

36.  Generalmente, hombres de Dios con muchos ___________de  de experiencia est‡n capacitados para detectar una _______  _______________

 

37.  El mejor consejo pastoral es aquel que ayuda al creyente a  ____________________ por si mismo.

 

38.  La se–al No.4 es: ____________________________

 

39.  Verdadero o Falso: _______La existencia de adversarios es una  se–al de que la gu’a es err—nea.

 

40.  Podemos esperar a _________________ cuando Dios quiere que  hagamos algo para El.

 

41.  Verdadero o Falso: _______Una exactitud y certeza de 100% en  conocer la voluntad de Dios es normal para cristianos.
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS

PARA REPASAR

 

1. Sabidur’a  2. Sant.3:17   3. Pureza  4.V   5.F  6. No Es De Dios.  7.Pac’fica  8. Pureza    9.F    10.V      11. Seguridad   12. Razonable

13. F     14. Raz—n   15. Incertidumbre   16.Terrenal   17. Orgullo Espiritual   18. Un Solo  19.F  20.F   21.V    22. Pablo  23. Gede—n   24.F 25. Guias Personales De Las Escrituras  26. Esp’ritu Santo   27. Anticipaci—n    28. Si    29. Hechos 13:47    30. Paz Interna   31. Paz   32. Paz   33. Consejos Pastorales   34. Pastores   35. Cuidan Nuestras Almas  36. Anos/Trampas Sat‡nicas   37. O’r De Dios  38. Puertas Abiertas   39. F  40. Oposici—n   41. F

 


EL LEGALISMO

 

por

 

Roger L. Smalling

 

 

Introducci—n

 

El legalismo se define como la aplicaci—n de leyes y de reglamentos humanos como base de la Justificaci—n o la Sanctificaci—n. El esp’ritu del legalismo se expone en las palabras siguientes del Ap—stol Pablo:

 

"Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree." Ro. l0:2-4

 

 El legalismo sigue modas al transcurrir el tiempo. En el primer siglo, el Žnfasis de los legalistas era sobre cuestiones de comida y observaci—n de fiestas religiosas. Por eso Pablo ten’a que tratar mucho con preguntas que surg’an sobre estos temas. (VŽase I Cor.8&9 con Ro.l4) Pero en nuestros d’as, los legalistas enfatizan m‡s las cuestiones de ropa, en particular de las mujeres. Ejemplos de legalismo entre cristianos modernos son las leyes absurdas siguientes: Es pecado que la mujer lleve aretes; no debe llevar pantalones femeninos; no debe cortarse el cabello; ni hombre ni mujer debe llevar joyas de oro; no hay que comer chancho; los matrimonios no deben tener relaciones sexuales en los domingos.

 

El legalismo no se limita a estos ejemplos porque el legalista no carece de imaginaci—n para inventar reglas humanas para quitar del cristiano su libertad en Cristo. El prop—sito de esta lecci—n, en cambio, es aclarar al creyente la necesidad de un equilibrio b’blico entre la libertad de consciencia en Cristo con la obediencia al Esp’ritu de Dios.

 

La base psicol—gica del legalismo es una combinaci—n peligrosa de la ignorancia con el orgullo espiritual. Aunque el legalista se imagina muy entendido en las escrituras, en realidad solo entiende algo de ellas, sin captar los grandes temas. No entiende bien la suficiencia del sacrificio de Jesœs, la Justificaci—n por la fe, el proceso de Sanctificaci—n y la relaci—n del cristiano con la ley divina. No obstante, el Legalista no vacile en juzgar a los dem‡s por no conformarse con los criterios que el inventa. ÁEs interesante que Žl est‡ preparado de obedecer a toda clase de reglamento excepto el de no juzgar a su hermano! Con buena raz—n Pablo les trata de insensatos, necios y dŽbiles! (Gal.3:1; 3:3; Ro.l4:1)

 

El legalismo es uno de los problemas espirituales m‡s comunes en pa’ses Cat—licos. Se puede suponer que la causa de esto es la profunda influencia del Catolicismo con sus ritos, ceremonias y doctrina de salvaci—n por mŽritos.

 

Antes de proceder al resto de este estudio, conteste Ud. a las preguntas siguientes para estar seguro de haber entendido la introducci—n:

 


Preguntas para Repasar

 

Preguntas Ciertas y Falsas: Conteste "Cierto" o "Falso" a las preguntas siguientes:

 

l._______El legalismo se define como la aplicaci—n de las leyes de Dios a la conducta humana.

2._______El legalista se imagina muy entendido en los asuntos divinos.

3._______El legalista entiende a veces ciertas cosas de la Biblia.

4._______El legalista tiene tendencia juzgarles a los demçs.

5._______El legalista entiende la relaci—n entre el cristiano y
la ley divina.

6._______Al legalista le falta imaginaci—n para inventar reglas          humanas.

7._______Los legalistas son espiritualmente fuertes.  

 

Frases Para Completar

Complete las frases siguientes:

8. La base psicol—gica del legalismo es una combinaci—n de_____ A___________________con__________________________________________.

9. Segœn Ro. l0:2, Que les hace falta a los legalistas? ________________________________________________________

l0. Segœn Ro.l0:3, el legalista procura establecer______________ ________________________________________________________________

11. En nuestros d’as, los legalistas enfatizan cuestiones de _________________ pero en los d’as de Pablo enfatizaban cuestiones de _______________y de ____________________________.

l2. Los legalistas no entienden las doctrinas importantes siguientes:  

A. __________________________________________________

     B. __________________________________________________

     C. __________________________________________________

l3. Pablo trata los legalistas de _______________________, ___________________________, y __________________________.

 

Segunda Parte: La Justificaci—n y La Sanctificaci—n

 

Para entender la raz—n por la cual el legalismo es tan grave, es necesario comprender la Justificaci—n y la Sanctificaci—n.

 

La Justificaci—n quiere decir "declarado" justo". No significa "ser hecho justo". Es un decreto divino en que Dios nos declara legalmente aceptable ante Su ley. Incluye el perd—n de pecados con la imputaci—n del don de la justicia perfecta de Jesucristo. ("Imputaci—n" significa, atribuirle a uno lo que pertenece a otro. Es decir, Dios atribuye al creyente, en un sentido legal, la perfecci—n de Cristo.) La Justificaci—n es un solo acto, no repetido e irrevocable. No es un proceso.

 

Esta doctrina est‡ expuesta en cap’tulos importantes como Romanos 3, 4, 5, y G‡latas 3, 4 y tambiŽn Ro.8:33. Simplemente quiere decir que Dios no acepta acusaciones legales en contra de sus hijos, porque los percibe como justos delante de Su ley por causa de Cristo. En vista de que no hay grados en la justicia perfecta De Cristo, es l—gico que no pueden existir grados diferentes de Justificaci—n entre cristianos. El nuevo nacido en Cristo no es menos "justificado" delante de Dios que el m‡s grande ap—stol.

 

La Sanctificaci—n, en cambio, es un proceso y significa, "ser hecho santo". La obra del Esp’ritu Santo en el creyente es ense–arle al creyente a conformarse con la justicia absoluta que tiene en el sentido legal por la Justificaci—n. Aunque debemos aplicar todas las medidas disponibles para alcanzar a la Sanctificaci—n, las escrituras indican que nadie puede santificarse a si mismo a causa de la debilidad de nuestra carne. (Ro.8:3-7) Por lo tanto, la Sanctificaci—n es una obra en que Dios es el autor y no el hombre. Es el fruto de la uni—n viva del creyente con Cristo, obrado desde adentro, y por este motivo no puede ser resultado de la aplicaci—n de reglamentos exteriores humanas. (I Tes. 5:23; Heb. l3:20, 21; Jn.l5:4; Ga. 2:20; Ga. 5:22) 

 

ÀExisten grados de Sanctificaci—n entre Cristianos? Siendo un proceso que dura por toda la vida, la respuesta es SI. Unos son m‡s santificados que otros.

 

Sin embargo, hay un sentido especial en que la Sanctificaci—n es absoluta. Esto consiste en que Dios promete que se cumplir‡ infaliblemente la obra de Sanctificaci—n en el creyente, aunque no completamente en esta vida. Esta promesa maravillosa esta basada en la voluntad soberana, incambiable e irresistible de Dios, manifestada en la Cruz y aplicada por el Esp’ritu Santo a todo creyente. (Heb.l0:l0, l4, I Tes. 5:23-24; Judas 24)

 

Preguntas De Tesis, Segunda Parte 

 

Escribe una respuesta breve contestando a las dos preguntas siguientes:

 

l. ÀEn que forma contradice el legalismo a la doctrina de la Justificaci—n por la fe? _____________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________.

 

2. ÀPorque el legalismo contradice la doctrina de la Sanctificaci—n? _______________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________.

 

Tercera Parte: An‡lisis de G‡latas Cap’tulo 3 

 

Los G‡latas hab’an ca’do en el error de legalismo. Formaron una naci—n anti-cristiana, diciendo que el Cristiano ten’a que perfeccionarse por las obras de la ley despuŽs de haber aceptado a Cristo. Es decir, no entendieron que la Justificaci—n era TOTALMENTE por la fe, ni tampoco que la Sanctificaci—n era una obra divina interior y no obra humana de reglamentos exteriores.

 

Vers’culo l: 

 

En este vers’culo Pablo trata a los g‡latas de "insensatos" por su legalismo. Aunque la palabra es fuerte, es apropiada, considerando que el legalismo contradice a las doctrinas esenciales del evangelio b’blico. Por decir, "quien os fascin—", Pablo se queja de la ceguera espiritual que acompa–a al legalista. 

 

El legalista se imagina muy obediente a Dios por lo estricto de las leyes humanas que se impone. Pero Pablo, con las palabras, "para no obedecer a la verdad", demuestra que el legalista es desobediente.

 

En la œltima parte del vers’culo, Pablo presenta la crucifixi—n de Cristo como el punto de partida en su ataque. Hab’a presentado la cruz de Calvario como todo suficiente para la salvaci—n de los creyentes. El legalista, por a–adir sus leyes, da a entender que la cruz es insuficiente que falta algo para completar la salvaci—n. Es con mucha raz—n que Pablo les trata de insensatos!

 

Vers’culo 2-5

 

El segundo punto de ataque es el ministerio del Esp’ritu Santo en el creyente. Por cinco preguntas ret—ricas Pablo revela que el Esp’ritu trabaja en nosotros POR LA FE y no por leyes. En Vers’culo 3, usa otro nombre para expresar su disgusto con los legalistas...."necios". Por las dos preguntas de este vers’culo, Pablo expone el criterio err—neo del legalista, de que es aunque la salvaci—n sea por el Esp’ritu de Dios, la perfecci—n depende del hombre.

 

Por la pregunta del vers’culo Pablo indica que el legalismo puede da–ar la obra de gracia en el creyente. "Tantas cosas habŽis padecido en vano?" DespuŽs de haber sufrido la persecuci—n por causa del evangelio de gracia, los G‡latas corr’an el peligro de recaer en los mismos criterios humanos de sus perseguidores. Hasta los mismos dones espirituales y milagros se manifestaban en ellos por la fe. Con la pregunta del vers’culo 5, Pablo les hace ver la contradicci—n con el legalismo.

 

Vers’culos 6-18

 

La vida de Abraham era un ejemplo preferido de Pablo para explicar la doctrina de Justificaci—n por la fe. (Ver Romanos 4) Vers’culo 6 es una citaci—n de Gen.l5:6. Es uno de los pasajes preferidos de los ap—stoles, usado unos 5 veces en el Nuevo Testamento. Este vers’culo subraya la vida de Abraham. No ten’a leyes. La ley de MoisŽs vino 430 a–os despuŽs. Tampoco ten’a mucho conocimiento. No ten’a nada de justicia propia. Lo œnico que ten’a era la fe. Y Dios le justific—. As’, la tercera doctrina que entiende mal el legalista es la Justificaci—n por la fe. 

 

Al decir, "le fue contado por justicia" no significa que su fe fue aceptada EN LUGAR de justicia, porque la fe no es sustituida por la justicia. Significa que la fe era el medio que Dios uso para comunicarle Su justicia. (Esto se demuestra en la gram‡tica del texto griego original.)

 

Un contraste entre bendici—n y maldici—n se expone en V.9-10. Los de la fe son benditos. Los de la ley son malditos.

 

Vers’culos 15-18 revelan uno de los puntos mas importantes en la Teolog’a B’blica: El Pacto con Abraham GŽnesis l2. A este pacto lo llamamos el Pacto de Gracia, porque era un pacto sin condiciones. Abraham no hizo nada para merecer el pacto. Dios sencillamente le escogi— para bendici—n, sin mŽritos y sin leyes. El legalista no sabe que el Pacto con Abraham es incondicional. Pablo indica aqu’ que todo creyente en Cristo goza del mismo Pacto que Dios hizo con Abraham.

 

Vers’culo l9-29

 

Sin embargo, no podemos decir que la ley no sirve para nada. Sirve para instruir al Cristiano en lo que es pecado y justicia. Aunque la ley no justifica, necesitamos una medida para saber que somos pecadores y que necesitamos un salvador. Por lo tanto es un error el suponer que la ley no le sirve para nada al Cristiano. Aunque no sirve como medio de Justificaci—n, sirve todav’a como definici—n de las palabras "justicia" y "pecado", haciŽndonos ver nuestro estado perdido sin Cristo. La ley tambiŽn sirve para evitar que los hombres inventan su propio criterio tocante a lo que es bueno y malo.

 

En este œltimo punto se manifiesta m‡s el error legalista. As’ no somos justificados por la ley divina, cuanto menos por los reglamentos humanos.

 

 

Preguntas Para Repasar, Tercera Parte, G‡latas 3

 

l. Pablo expone por lo menos cuatro doctrinas importantes en G‡latas 3 que contradicen al legalismo. Cuales son?        

A.________________________________________________________________________

B. ________________________________________________________________________

C. ________________________________________________________________________

D. ________________________________________________________________________

 

Conteste Cierto o Falso a las preguntas siguientes:

 

2. _______El legalista es muy obediente a la verdad segœn V.1.

3. _______La ley sirve en algo al creyente. V.l9-29

4. _______El Pacto con Abraham es nuestro pacto tambiŽn. V.29

5. _______El Esp’ritu trabaja en los creyentes por una combinaci—n de fe con obras. V.2, 5

 

Cuarta Parte: An‡lisis de Col. 2:20-23 :

 

Estar muerto con Cristo significa un cambio total en prioridades y perspectivas. Estamos muertos al mundo en el sentido de que las cosas materiales del mundo tienen poco significado para el creyente. Resucitado con Cristo (3:l) indica que lo m‡s importante para el Cristiano son las cosas espirituales. Lo espiritual cuenta m‡s que lo material, lo celestial que lo terrenal, lo interior que lo exterior.

 

La pregunta que Pablo hace en V.20 subraya una contradicci—n en la vida del legalista. Si realmente lo espiritual importaba al legalista, porque inventa preceptos tocante cosas exteriores? Si esta muerto al mundo, porque se ocupa de cuestiones materiales? Todas estas cosas est‡n "en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres". Lo inœtil de un enfoque materialista se revela en lo siguiente: "...todas estas cosas se destruyen con el uso." V.22 Es decir, cuando comemos algo, se descompone. La ropa se gasta al usarla. Pero &las cosas divinas duran para siempre. 

 

El mundo est‡ impresionado con lo estricto en una religi—n. Pero eso no le interesa a Dios. En la India hay hombres Hindœes que andan a pie de aldea en aldea, devotos, mal vestidos, viviendo de limosnas, durmiendo en el suelo, aguantando el calor del d’a y el fr’o de la noche. Muy devotos. Muy estrictos. Pero son muy espirituales por eso? En realidad son id—latras, devotos a dioses falsos. Van rumbo al infierno.

 

Es verdad que frente al mundo, y a cristianos indoctos, el legalismo tiene "cierta reputaci—n de sabidur’a en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo". Pero que valor tiene respecto a dominar los malos deseos? Para saber esto, lea V.23. 

 

B‡sicamente, el legalista tiene dos enfoques err—neos que Pablo revela en Col. 2:20-23:

 

Primero, se ocupa demasiado en cosas exteriores, sin entender la uni—n interior del creyente con Cristo. Segundo, cree que ser estricto es ser espiritual.

 

Repasar Para Tercera Parte: Col.2:20-23 

 

Preguntas de Tesis:

 

l. Explique como Pablo expone la contradicci—n en las ideas del legalista. _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________.

 

2. Explique por quŽ imponiŽndose leyes estrictas no sirve.____________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________.

 

3. Explique lo que significa ser muerto y resucitado con Cristo en el contexto de esta lecci—n. _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________.

 

Quinta Parte: An‡lisis De Romanos Cap’tulo 14:

 

 

LA LIBERTAD CRISTIANA Y SUS LIMITES

Tarea: Lea Romanos l4 cuidadosamente

 

La libertad en Cristo no es libertinaje. En Romanos l4, Pablo nos da el otro lado de la moneda respecto a la cuesti—n de la libertad. S’, hay l’mites. Pero estos l’mites no son reglamentos, sino de principios b‡sicos para mantener buenas relaciones entre cristianos. En este cap’tulo se ve cinco de estos l’mites. 

 

1. Al legalista se le define como un hermano dŽbil. V.1-3

2. Debemos evitar juzgarnos los unos a los otros en asuntos menores. V.4-13

3. El pecado no existe en cosas materiales, sino en los corazones y actitudes de los hombres. V.l4, 20

4. Servicio mutuo en amor es el principio b‡sico en  relaciones cristianas. V. l5-20

5. La limitaci—n de conciencia, sea de uno mismo o de un hermano dŽbil. V.21-23

 

Aunque cuestiones de comida y de d’as de fiesta son de menos importancia para cristianos de hoy, no obstante, los principios b‡sicos que Pablo expone aqu’ sirven para toda /cuesti—n de moralidad en asuntos secundarios.

 

Note: Pablo dice que debemos evitar "ofender" a otros hermanos, v.2l. Que quiere decir "ofender"? Significa cualquier cosa que desagrada a otro hermano? NO! La palabra "ofender" en griego es SKANDALIZOMAI, que significa, "Provocarlo a alguien a pecar". El mero hecho de que algœn hermano no esta conforme con lo que comes no le da el derecho a imponerte restricci—n alguna. Mientras que lo que tu comes no es causa para que el hermano peque, el no tiene derecho de imponerte ninguna restricci—n.

 

Preguntas HipotŽticas Sobre Romanos l4 

 

Abajo hay tres ejemplos de problemas que pueden surgir entre Cristianos. Contesta a la pregunta "SI" o "NO" despuŽs de cada ejemplo y explique, a base de esta lecci—n, porque ud. contesta as’.

 

 Primer Ejemplo: Al hermano Juan le gustaba mucho la caser’a. Pero al hermano Jorge le desagradaba la idea de ir al campo y matar animales por deporte. Jorge le dijo a Juan un d’a, "visto que la caser’a me ofende, tu no puedes ir de caser’a porque en Romanos l4:21 dice que no puedes hacer lo que ofende a tu hermano." Ten’a Jorge raz—n en decir esto? Debe Juan abandonar su deporte preferido a causa de esto?

 

Segundo Ejemplo : A la Hermana Juanita le gusta llevar aretes. Pero Hermana Josefina cree que es pecado hacer eso. Debe Juanita ofrecerle a Josefina un par de aretes para quitarle este criterio?

 

Sexta Parte: Problemas Espec’ficos En El Legalismo Moderno

 

 Los legalistas sacan vers’culos de la Biblia para justificar sus criterios. Esos vers’culos son por regla general malinterpretados, tomados fuera de contexto o explicados con razonamiento superficial. Vale la pena estudiar algunos de estos vers’culos.

 

A. Los Pantalones de Mujer

 

Unos dicen que es pecado que la mujer se vista con pantalones. Basan esto en Deuteronomio 22:5 que dice: 

 

"No vestir‡ la mujer traje de hombre, ni el hombre vestir‡ ropa de mujer porque abominaci—n es a Jehov‡ tu Dios cualquiera que esto hace." 

 

El argumento sigue as’:   El pantal—n es ropa para hombre. La mujer no debe llevar ropa de hombre. Por lo tanto, la mujer no debe llevar pantal—n.

 

El error l—gico aqu’ se encuentra en la primera frase, "el pantal—n es para hombre." Esto es falso porque no todos los pantalones son hechos para hombres. Hay pantalones hechos para mujer. Claro que la mujer no debe llevar los pantalones de hombre. No le quedan. Son cortados de manera distinta. Si, pues, una mujer lleva pantalones hechos para mujer, no esta llevando ropa de hombre.

 

B. LLevar Joyas de Oro

 

Esto se base en I Ped. 3:3 que dice: 

 

"Vuestro atav’o no sea el externo de peinados ostentosos, de  adornos de oro o de vestidos lujosos."

 

A base de esto, algunos dicen que es pecado que la mujer lleve aretes u otras joyas. Algunos incluyen en esto al anillo matrimonial que llevan los hombres.

 

La frase, "adornos de oro" en el Griego original es PERITESIS. La parte PERI quiere decir "alrededor" , y TESIS es "puesto". El PERITESIS significaba los hilos de oro que las mujeres ricas usaban para envolver sus peinados ostentosos. As’, pusieron el oro alrededor de su peinado para guardarlo en su sitio. A veces ataban joyas, (perlas por ejemplo) en su peinado tambiŽn. (A eso Pablo tambiŽn se refer’a en I Tim. 2:9) Era una costumbre nacida en Roma con mujeres ricas y vanidosas.

 

Pedro estaba diciŽndoles a las mujeres cristianas que no deb’an copiar las modas extravagantes del mundo, sino de copiar el ejemplo de mujeres de Dios que se enfocaban en lo interior, lo del coraz—n.

 

C. Mujeres No Pueden Hablar En La Iglesia

 

En I Cor. l4:34-35 leemos: 

 

"Vuestras mujeres callen en la congregaciones porque no les es permitido hablar, sino que estŽn sujetas, como tambiŽn la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos, porque es indecoroso que una mujer hable en la congregaci—n."

 

Algunos, por motivos insuficientes, interpretan la palabra "hablar" como equivalente a "predicar". Permiten sin ningœn recelo que las mujeres oren en voz alta, que se saluden entre si o que corrigen a sus ni–os. Pero todas estas actividades son formas de hablar tambiŽn. Porque limitar la palabra "hablar" de esta manera? M‡s, si Pablo quer’a decir que la mujer nunca puede predicar, porque no uso la palabra "predicar" en lugar de "hablar"?

 

Todo se pone en claro cuando entendemos que la palabra griega que Pablo uso, (LALEIN), puede ser traducida en "conversar". Las mujeres no deben conversar entre s’, sino estar atentas al culto. Si no entienden un punto, deben guardar sus preguntas para despuŽs y no discutir el asunto entre ellas, porque esto estorba al culto. La cuesti—n de predicas por mujeres sencillamente no tiene nada que ver con lo que Pablo dice aqu’.

 

Pero, Àque de I Tim. 2:11-12? 

 

"La mujer aprenda en silencio, con toda sujeci—n. Porque no permito a la mujer ense–ar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio." 

 

Un poco de gram‡tica es necesario para entender bien estos vers’culos. El verbo "ense–ar" esta en el Tiempo Presente en el Griego original. Significa, "continuar ense–ando". Es decir, no es una prohibici—n absoluta respecto a ense–ar de vez en cuando. Significa que la mujer no puede tener un ministerio de ense–anza en la Iglesia como si fuera pastor. En efecto, Que t’tulo les da a los que siempre ense–an en la Iglesia y que tienen autoridad sobre ellas? Se llaman, obviamente, Pastores. Pablo est‡ diciendo que la mujer simplemente no puede ser pastora, o ocupar un ministerio de pœlpito.

 

Una mujer puede tener y manifestar cualquier don espiritual. Pero no puede tener oficios de liderazgo en la Iglesia.

 

RESUMEN GENERAL 

 

Hemos visto que el legalismo est‡ basado en una combinaci—n peligrosa de ignorancia con orgullo espiritual. Esta ignorancia se refiere especialmente a las doctrinas de la suficiencia de la Cruz, la Justificaci—n por la fe, la Sanctificaci—n, el papel de la ley divina en la vida del Cristiano y la naturaleza de su uni—n como creyente con Cristo.

 

La actitud principal de los legalistas es juzgar a otros Cristianos. As’, el legalista transgresa el mandamiento divino respeto a no juzgarle al pr—jimo en lo de cuestiones de conciencia personal.

 

El Cristiano sabio no le permitir‡ al legalista imponerle sus leyes. No obstante, el Cristiano siempre andar‡ en amor, buscando lo que corresponde a la paz y al amor entre hermanos.