La Filosof’a Cristiana del Liderazgo

 

por

Roger L. Smalling, D. Min

 

 

Este ensayo es una muestra de nuestro libro,

Liderazgo Cristiano

 

 

ÁBuenas noticias! ÁEl liderazgo cristiano es simple!

 

Esto no significa que sea f‡cil. Aun si seguimos todos los principios correctos, las cosas pueden salir mal y pueden desarrollarse situaciones muy tensas. El liderazgo cristiano puede ser un duro trabajo.

 

Por ÒsimpleÓ quiero decir que los principios esenciales son f‡ciles de comprender y simples de aplicar si tenemos el coraje moral para hacerlo.

 

El liderazgo cristiano no es algo misterioso para unos pocos escogidos con un don especial de sabidur’a. Los principios est‡n disponibles para todos, incluso para los que no tienen el llamado a un oficio b’blico. Estos principios influyen en los dones de las personas, con o sin t’tulos.

 

A los que Dios ha escogido para el liderazgo, Pablo les dice:

 

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y œtil para ense–ar, para redargŸir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2Ti. 3:16-17

 

El punto: Todo lo que usted necesita para ser un l’der cristiano efectivo est‡ en la Biblia. Note lo que Pablo dice Òenteramente preparadoÓ. Usted tal vez no sabe d—nde hallar un principio en la Biblia o reconocer uno cuando lo ve, pero est‡ all’. Por eso este curso es muy œtil.

 

Los paradigmas administrativos del mundo de los negocios cambian constantemente. Las organizaciones cristianas con frecuencia publican o recomiendan libros basados en estos paradigmas. ÀPor quŽ? Porque los cristianos fallamos en percibir el paradigma b’blico.

 

Si usted establece su organizaci—n o programa para lucir como los negocios del mundo, se ver‡ obligado tambiŽn aplicar los principios administrativos del mundo. Nunca podr‡ evitarlos completamente.

 

Abundan los libros que son una mezcla de principios cristianos y tŽcnicas de administraci—n del mundo secular. Leer estos libros causa incomodidad porque los escritores dan la impresi—n de que est‡n tratando de mezclar aceite y agua; es decir, mezclando el liderazgo cristiano con pr‡cticas de las corporaciones del mundo.

 

La mayor’a de estos libros son escritos por empresarios retirados que lucharon por ser cristianos en el mundo de los negocios secular y lo lograron con algœn grado de Žxito. Entonces ellos se instalan una oficina en la iglesia y tratan de aplicar los principios de los negocios bajo la suposici—n de que lo que es bueno para los negocios debe ser bueno para la iglesia....ignorando las diferencias inherentes entre los dos dominios con respecto a la filosof’a y a los prop—sitos.[1]

 

El punto de vista b’blico del liderazgo

La Biblia ense–a UNA filosof’a de liderazgo, la que Cristo resumi— y model— en Mateo 20. Los principios de servicio y sufrimiento son la base de la relaci—n del l’der con sus subordinados, en tanto que el l’der muestre respeto hacia sus colegas de ministerio, consider‡ndolos como iguales.

Soy Presbiteriano en mi teolog’a de gobierno de la iglesia. Soy anti jer‡rquico con respecto a las relaciones entre ministros y mantengo firmemente el concepto de igualdad entre ministros en una estructura no- jer‡rquica.[2] De la Escritura y de la experiencia sabemos que las jerarqu’as cristianas generan abuso y resultan en la anulaci—n de la autoridad espiritual.

 

La filosof’a del liderazgo cristiano en el mundo moderno est‡ profundamente afectada por los actuales paradigmas de administraci—n jer‡rquica. Algunos libros sobre el liderazgo cristiano son simples imitaciones, en lenguaje religioso, de los negocios de la cultura americana. Algunas veces los cristianos que tienen Žxito en los negocios imaginan que pueden incorporar su ÒŽxitoÓ a la iglesia y hacer el Reino de Dios eficiente...como si la eficiencia tuviera un gran valor en el Reino de Dios.

 

Tales procedimientos aumentar’a realmente la eficiencia de la iglesia, pero se producir’an los mismos abusos que en los negocios del mundo. Debido a su mentalidad jer‡rquica, se ciegan a la manera en que la gente est‡ afectada. Los ‡rboles no les dejan ver el bosque.

 

Los hombres de negocio a menudo dicen: ÒSi dirijo mi negocio como usted dirige su iglesia, estar’a en quiebra dentro de un a–o.Ó A esto podemos replicar: ÒSi yo dirijo mi iglesia en la forma que usted dirige su negocio, yo terminar’a con casi la misma cantidad de gente santificada que usted tiene en su negocio.Ó

 

Por esta raz—n, dedicamos la primera parte de esta secci—n a las diferencias entre las filosof’as del liderazgo cristiano y secular, e ilustramos c—mo los cristianos algunas veces incorporan el punto de vista secular del liderazgo, para su perjuicio.

 

Curiosamente, algunos sectores de los negocios americanos han evolucionado inconscientemente a una filosof’a m‡s cristiana en su forma de tratar a la gente. Esto ha sucedido a travŽs de dŽcadas de prueba y error en el manejo del personal, para mantenerlo feliz y productivo en su lugar de trabajo.

 

Esto ha dado como resultado una buena literatura sobre liderazgo y tŽcnicas de administraci—n, escrita por hombres de negocios no cristianos que sorprendentemente consideran sus ideas como originales.

 

He intentado construir un curso que incorpore en forma equilibrada tanto la teor’a como la pr‡ctica.

 

A riesgo de parecer auto contradictorio, algunas tŽcnicas administrativas seculares aparecen en la œltima secci—n del curso. Estas fueron escogidas porque aplican principios cristianos y no usan la manipulaci—n para construir relaciones. Estas no intentan endosar jerarqu’a autoritaria en las organizaciones cristianas. El enfoque del Reino de Dios es la gente, no los productos.

 

De este ensayo aprendemos

á      El liderazgo cristiano es fundamentalmente simple.

 

á      La Biblia reconoce un concepto de liderazgo cristiano, ense–ado y modelado por Cristo mismo.

 

á      La Palabra de Dios es suficiente para preparar l’deres cristianos efectivos.

 

á      El liderazgo cristiano no es jer‡rquico.

 

Las tŽcnicas de administraci—n pueden ser œtiles si se aplican dentro del concepto cristiano de liderazgo.

 

Otras obras por Dr. Smalling se ven a

www.smallings.com/spanish/spanindex.html

 

 



[1]. Ted Engstrom es el colmo de estos. No recomiendo sus libros.

[2]. El gobierno presbiteriano est‡ basado en el principio de una pluralidad de ancianos dentro del concilio de oficiales de la iglesia, cada uno con igual voz y voto.

 

Las denominaciones presbiterianas usan tres concilios: el Consistorio, el Presbiterio y la Asamblea General. Los presbiterianos no ven su gobierno como rangos ascendentes, sino como una mesa redonda entre iguales.

 

El Consistorio de la iglesia es formado por el pastor y los ancianos. (El pastor es tambiŽn considerado un ÒancianoÓ pero se distingue por el t’tulo de Òanciano docente.Ó) El Presbiterio consiste de todos los ancianos de las iglesias dentro de sus l’mites de su jurisdicci—n. (Citado directamente del Libro de Orden de la Iglesia Presbiteriana, 13-1). La Asamblea General se refiere a una asamblea anual en la que todos los pastores de la denominaci—n se reœnen para discutir asuntos que estŽn afectando a la denominaci—n como un todo.

 

El tŽrmino ÒpresbiterianoÓ se deriva de la palabra griega para anciano, presb’teros, que se usa 68 veces en el Nuevo Testamento. La palabra relacionada presbiteron se usa 3 veces y significa concilio. (La traducci—n Reina Valera 1960 correctamente traduce esa palabra en 1Timoteo 4:14 como presbiterio).

 

Algunas denominaciones reformadas, tales como la Reformada Cristiana o Reformada Unida, usan el gobierno presbiteriano aunque emplean diferentes tŽrminos para describir los concilios.

 

Para una explicaci—n completa del gobierno presbiteriano, consulte el Libro de Orden de la Iglesia Presbiteriana, cap’tulos 10-14, en cualquier iglesia presbiteriana.